El Informe sobre la implementación de las Zonas Bajas de Emisiones (ZBE), elaborado por la Síndica de Greuges de la ciudad de Barcelona, evidencia puntos a favor, pero también en contra acerca de este tema.

Uno de los ítems que destaca está vinculado con las dificultades que encuentran los transportistas catalanes para movilizarse allí.

Teniendo presente que la ZBE abarca un radio de 95 km2 en Barcelona y los puntos limítrofes del municipio, la posibilidad de que los transportes de última milla rodeen la zona se vuelve inviable.

La problemática surge porque el 96% del transporte de mercancías en España funciona con combustibles fósiles, de los cuales el 61% usan el gasóleo y el 35% restante, gasolina, con lo cual todavía el sector está lejos de poder ser competitivo en este sentido.

El reclamo de los transportistas de última milla, por tanto, radica en que ellos consideran que la implementación de las ZBE es “inasumible y poco realista”.

Y esto está basado principalmente en las etiquetas que emitió la Dirección General de Tráfico (DGT), con las cuales estaría prohibiendo la circulación de más de la mitad de la flota actual.

Pero las dificultades no se detienen allí, y es que a partir de la Ley de Cambio Climático que entró en vigencia el pasado 22 de mayo, las restricciones y la rigurosidad del etiquetado de los vehículos, aumentarán.

Las principales asociaciones de transportistas que han elevado su voz en rechazo de estas medidas, basan sus reclamos argumentando que el 56% de los vehículos ligeros y el 59% de los pesados ven restringida la posibilidad de operar en las ZBE.

Algunas de las asociaciones que destacan en torno de este rechazo son Associació General d’Autònoms – Pimes Transportistes de Catalunya (AGTC), Associacio General D’autonoms Pimes Transportsites De Catalunya (ASTAC) y Gremi del Transport, todas ellas unidas en la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (FENADISMER).

Asimismo, sostienen que la regulación de las ZBE en Barcelona no ha ido acompañada de lo que consideran como las modificaciones adecuadas a las normativas y ayudas que la Administración había ofrecido para la reconversión del sector.

Sin embargo, el punto a favor de este sector del mercado es que el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), accedió a extender la moratoria vigente para camiones pequeños y autocares.

Éstos podrán seguir circulando por la ciudad durante seis meses más, por lo que disponen hasta fin de año para renovar su flota de vehículos.

Recordemos que, a finales del 2019, el Ayuntamiento de la ciudad de Barcelona aprobó la denominada Zona de Bajas Emisiones, buscando así reducir la contaminación ambiental en esta área metropolitana.