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miércoles 10 de agosto de 2022
¿Y los buses eléctricos? Bonificación a los trenes inquieta a CONFEBUS
La gratuidad del los pasajes ferroviarios no solo hace que se prime un único modo de movilidad, sino que plantea además un desafío al pensar en el financiamiento de la electrificación de los operadores.
CONFEBUS llama la atención sobre el impacto negativo que puede generar la electromovilidad.
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El Gobierno Español ha lanzado el nuevo Real Decreto-ley de medidas de sostenibilidad económica en el ámbito del transporte que, entre otras cosas, articula la gratuidad de los servicios de Cercanías, Rodalies y Media Distancia convencional para usuarios recurrentes entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre.

Frente a esto, la Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS) ha llamado la atención sobre el impacto negativo que se genera en los operadores y su apuesta por la electromovilidad.

“Entendemos que vamos a perder en torno a un 17 o 20% de los viajeros que se transportan normalmente en autobuses de línea que van a competir con estos servicios”, adelanta su director, Jaime Rodríguez

En diálogo con Portal Movilidad España, el ejecutivo asegura que esto terminará afectando en la capacidad de inversión de las empresas en general.

Pero este no es el centro del problema, ya que esto forma parte de una acumulación de hechos que hacen cada vez más difícil la apuesta por la incorporación de autobuses eléctricos.

El escenario se había complejizado en un principio con la pandemia del coronavirus, donde habían perdido un porcentaje considerable de recaudación por la falta de viajeros.

Durante el 2021 se ha visto una acentuada recuperación, pero esta fue insuficiente para alcanzar las cifras de 2019. Particularmente, el servicio especial, incluyendo el ámbito urbano y el interurbano, experimentó una disminución del 34,2%, hasta los 209 millones de viajeros. 

Por su parte, el segmento discrecional contabilizó cerca de 50 millones de pasajeros en 2020, un 76,6% menos.

A esto, se le suma el contexto internacional que hoy acontece a Europa y que generó un sostenido incremento de los precios de los carburantes, lo que dificulta cada vez más las operaciones.

Por lo tanto, Rodríguez reconoce: “La situación de sector hoy es bastante delicada, a todo esto también se le une las políticas nacionales de promoción del transporte por ferrocarril, lo que hace que sea muy difícil mirar hacia adelante. Estamos frente al gran reto de la supervivencia”.

El reclamo no se queda solo en la Confederación, en este caso, alcanza a Comunidades Autónomas cómo Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Galicia y Murcia.

Desde su lugar, han remitido diferentes escritos al Gobierno, para poner en evidencia las graves consecuencias de este trato, reclamando una actuación por parte de las autoridades para evitar la asfixia del transporte en autobús.

Las Comunidades Autónomas y el sector en su conjunto reclaman la necesidad de reflexionar sobre la medida y las consecuencias que genera, permitiendo que se trate de forma igualitaria a los distintos modos de transporte público. 

En el proceso de reclamación iniciado hace unas semanas, la Confederación se ha puesto en contacto con la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, CNMC, por la posible práctica de competencia desleal, al compensar a un operador público con el 100% del coste de servicio.

Asimismo, se han iniciado gestiones con la Comisión Europea por la posible vulneración de las reglas aplicables a las compensaciones de un servicio público del Reglamento 1370/2007, especialmente al tratarse de un operador público.

Más ambición en las ayudas

Uno de los comentarios dados por parte de CONFEBUS, pero que se reitera en este contexto, tiene que ver con los fondos destinados al respaldo a la compra de buses eléctricos y a hidrógeno.

Recientemente, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) ha lanzado una nueva convocatoria, con porcentajes más ambiciosos, pero que todavía “no son verdaderamente incentivadoras”.

Este nuevo llamado mantendrá las mismas condiciones que ya se han visto en la primera edición de 1.000 millones de euros, a diferencia que en este caso se contará con una dotación inicial de 500 millones de los fondos Next Generation.

Según recalca Jaime Rodríguez, las mismas contemplan la compra de autobuses eléctricos en grandes rasgos, mientras que, detrás de ello, hay toda una inversión relacionada con la adaptación a estos nuevos segmentos.

“No nos olvidemos, que debemos acondicionar las instalaciones de la empresa, instalar puntos de recarga, formar al personal, adaptar los talleres, por lo cual las ayudas deberían ser más ambiciosas para acompañar todo esto”, sugiere al respecto el director de Confebus.

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