GreenGo es una compañía Argentina que diseña y desarrolla soluciones de movilidad urbana. A través de la venta de flotas tanto para particulares como entidades públicas, apunta a la masificación de los vehículos de última milla.

En su cartilla de productos están disponible tres modelos con sus variantes.

El «milla» es un triciclo pensado para un pequeño porte, en caso de pasajeros, uno adelante y dos atrás, con variable para carga que puede transportar un máximo de 250 kilos. A su vez con dos versiones, solo eléctrico o con pedaleo asistido.

Alcanza una velocidad máxima de 30 km, funciona por la propulsión de dos motores eléctricos de 750 W en ambas ruedas traseras lo que permite una autonomía de 25 km sin asistencia y 50 km con asistencia.

Actualmente lleva seis meses en proceso de homologación y se estima que para el primer semestre del próximo año esté el trámite hecho para el full electric.

Otro vehículo está pensado exclusivamente para la carga y trasladar hasta 600 kg de peso con la idea de reemplazar a un utilitario.

En este sentido, Renato Poloni, CEO de GreenGo, comenta a Portal Movilidad: “Buscamos hacer vehículos simples, el confort tiene un costo muy alto para el planeta y las próximas generaciones”.

En tanto, menciona: “El primer objetivo es tener los modelos en producción, hay mercado para insertarlos. Nacieron de entender una necesidad”.

Ya se han realizado dos pre-series, una de diez unidades para una firma de delivery con el objeto de aprender de las necesidades operacionales. Del primer uso se recibieron sugerencias que se modificaron de cara a una segunda etapa para terminar de definir los componentes para la producción final.

Con una dinámica similar, la firma fue promotora de un laboratorio de movilidad para ese segmento, tanto eléctricos como de pedaleo asistido que se estarán probando por un año en conjunto con el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

“Se probarán las bicisendas, en Capital Federal tienen la particularidad de ser doble vía. No son muy aconsejables y eso lo estamos viendo con el laboratorio. Por eso queremos analizar con otras empresas y gobiernos para pensar soluciones en conjunto y que el aprendizaje sea del fabricante y del usuario del vehículo”, explica Poloni.

Asimismo, agrega: “En las grandes urbes tenemos problemas por resolver y no es solo en Argentina, es a nivel mundial sobre todo en las capitales. Hay que repensar el transporte público. Por qué no implementar troncales enlazadas con sistemas de última milla para la conexión con los barrios que pueden ir desde mini buses, hasta monopatines o triciclos eléctricos. Es una cuestión económica ya”.