Desde 2017, la Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE) expande su plan de instalación nacional de estaciones de carga en Uruguay. 

El mismo comenzó con 60 puntos de recarga. Hoy ya alcanza los 76 conectores, en 18 de los 19 departamentos, y apunta a 230 para fin del próximo año, con la idea de sumar cargadores en corriente continua. 

El objetivo actual además es retomar la meta inicial que implicaba tener entre 60 o 90 kilómetros de distancia entre los puntos de carga. 

“Veníamos avanzando bastante bien, pero la pandemia genera algunos inconvenientes en los despliegues y abastecimientos de equipo”, advierte Diego Bentancur, jefe del proyecto Movilidad Eléctrica en UTE, quien agrega: “Sin embargo, hoy tenemos un stock de más de 200 equipos para instalar”. 

Las estaciones de carga instaladas cubren las principales rutas nacionales y se encuentran en estaciones de servicio, gracias al convenio con Tucsa, la distribuidora de combustible. 

Los mismos son de corriente alterna, de 22 o 43 kilovatios, aunque aseguran que desde la empresa vienen postergando la instalación de estaciones de corriente continua de 50 kilovatios dado que esperan “cierta estandarización que no se da en el mercado”.

“Se trabajó con el Ministerio de Industria y Energía y el Comité Nacional de Normalización Técnica para definir alguna norma y finalmente compramos algunos equipos de carga continua”, señala Bentancur. 

Y añade: “Tenemos un primer equipo instalado desde el año pasado y tenemos en stock algunos equipos para seguir. Esos puntos de carga en la ruta tienen que contemplar la carga continua para considerar la variedad de modelos que están entrando al país, los cuales si son nuevos suelen tener su carga rápida en corriente continua”. 

Ahora, UTE se encuentra en conversaciones con intendencias para sumar cargadores, no solo en la carretera sino también en las zonas urbanas, como lo ha hecho en Montevideo hace dos años, en especial, por sus flotas de taxis eléctricos. 

Sin embargo, como aún los vehículos eléctricos no son los preponderantes en el país, la gran mayoría de los puntos de carga tuvieron poco uso. Hay excepciones en algunas zonas del país, por supuesto, como sucede en la capital, así como también en Canelones y Maldonado. 

“Con esta cobertura buscamos demostrar la red de carga que tenemos para mover la oferta, dado que los fabricantes para llevar su vehículo eléctrico a un país exigen ciertas condiciones”, explica Bentancur.

Y cierra: “Además, debemos transmitir o vencer un poco la ansiedad que puede surgirle a un propietario de vehículos eléctricos al desplazarse de no tener donde cargar”.