La Universidad de Cuenca, uno de los actores pioneros en electromovilidad en la ciudad, incorporará dos electrolineras en su establecimiento, las cuales se sumarán al que ya se encuentra en el laboratorio desde 2019. Además, iniciará otro proyecto de movilidad que involucre unidades eléctricas compartidas. 

“Creemos que, a pesar de que el índice de penetración del vehículo eléctrico en el Ecuador es muy bajo, el empezar a dar las condiciones de infraestructura va a ser el detonante que le permita a la gente adoptar con mayor facilidad este medio de transporte”, advierte Juan Leonardo Espinoza, vicerrector en la institución, en diálogo con Portal Movilidad. 

Y agrega: “Tras las distintas encuestas que hemos realizado, vimos que la gente le va ganando confianza a la tecnología del vehículo, pero tiene mucha desconfianza en lo que respecta a la infraestructura, pensando en la posibilidad de quedar varados en plena vía”. 

Ambas electrolineras que serán instaladas son de carga rápida, de 50 kilovatios cada una, estarán abiertas para uso público e interno y operarán dentro de un par de meses. Este proyecto forma parte de un programa de canje de deuda que tiene la universidad con España, que arrancó en 2015. 

A través de este, en un comienzo, a la institución arribó un auto eléctrico Kia Soul y una estación de carga, y, en la actualidad, la universidad recibió una segunda dotación de vehículos eléctricos y electrolineras. 

Próximamente el instituto estará firmando un acuerdo con la empresa distribuidora de energía eléctrica, teniendo en cuenta que la legislación no permite vender energía. Lo que sí se puede es vender es el servicio carga. 

“Ya se ha hablado y hay una total apertura, pero tenemos que hacerlo con una firma y un convenio específico con ellos. Es un tema que ya se ha conversado bastante y está la voluntad de continuar impulsando este tema”, señala Espinoza.

Además, en la última importación de tecnología, se incluyeron dos camionetas para cinco pasajeros cada una, las cuales van a ser utilizadas para un proyecto interno de electromovilidad donde se conectarán los cinco campos que integran a la universidad y se fomentará la movilidad compartida. 

En las unidades, se transportará al personal administrativo con el objetivo de ir quitando a los vehículo a gasolina de los parqueaderos. Se estima que el plan entrará en acción a partir de septiembre. 

Cabe destacar que la experiencia en el segmento por parte de la Universidad de Cuenca despertó el interés de la Municipalidad, que la incluyó en el plan de electromovilidad que busca llevar adelante el sector público con expertos de la temática para realizar finalmente la transición hacia las cero emisiones.