El Gobierno de Joe Biden propuso esta semana nuevas normas para su programa de construcción de una red nacional de 500.000 estaciones de recarga de vehículos eléctricos para 2030, la última medida en su esfuerzo por acelerar la transición energética limpia del país.

Los responsables de Biden dijeron que la propuesta sobre las normas mínimas ayudará a sentar las bases para que los estados construyan proyectos de estaciones de recarga que sean accesibles a todos los conductores, independientemente de la ubicación, la marca del vehículo eléctrico o la compañía de recarga.

La electrificación del sector del transporte, uno de los mayores contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos, es fundamental para mitigar el cambio climático.

La administración ha promocionado los vehículos eléctricos como más asequibles para los estadounidenses que los coches de gasolina y ha fijado el objetivo de vender el 50% de los vehículos eléctricos para 2030.

A principios de este año, la Casa Blanca presentó un plan para asignar 5.000 millones de dólares a los estados para financiar cargadores de vehículos eléctricos durante los próximos cinco años. El plan forma parte de la legislación bipartidista sobre infraestructuras, que incluye 7.500 millones de dólares para construir una red nacional de estaciones de carga de vehículos eléctricos.

«Todo el mundo merece la oportunidad de beneficiarse de los vehículos eléctricos. Estamos prestando atención no sólo a la cantidad de cargadores de VE, sino también a su calidad», dijo el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, durante una llamada con periodistas el miércoles.

Y agregó: «Todo el mundo debería poder encontrar una estación de carga que funcione cuando y donde la necesite».

Los funcionarios dijeron que las normas garantizarán una red unificada de cargadores con sistemas de pago, información de precios y velocidades de carga similares. La norma exige información en tiempo real sobre los precios y la ubicación de las estaciones para que los conductores puedan planificar mejor sus viajes. Además, las estaciones deberán tener un número y un tipo mínimo de cargadores.

«Estamos haciendo frente a la ansiedad por la autonomía y a los desiertos de carga de los vehículos asegurándonos de que las estaciones de carga sean accesibles de forma fácil y equitativa, permitiendo que todos los estadounidenses puedan ir de costa a costa en un vehículo eléctrico», dijo la Secretaria de Energía, Jennifer Granholm, en un comunicado.

Estados Unidos es el tercer mercado mundial de vehículos eléctricos, por detrás de China y Europa. Los conductores de vehículos eléctricos gastan un 60% menos al año en gastos de combustible en comparación con los conductores de coches de gasolina, según un estudio de Consumer Reports de 2020.

La Casa Blanca ha propuesto previamente un paquete de incentivos para los vehículos eléctricos que asigne dinero adicional a los consumidores que compren vehículos eléctricos construidos por trabajadores sindicalizados. La administración también ha prometido la transición de su flota federal de 600.000 coches y camiones a la energía eléctrica para 2035.

Se espera que la norma propuesta se publique en el Registro Federal la próxima semana, según CNBC.