Como parte del plan para fomentar una movilidad sustentable en el centro histórico de Zapopan, municipio de Jalisco, las autoridades locales apuntan a que los comercios de la zona incorporen vehículos livianos eléctricos, como e-bikes, para llevar adelante sus respectivos servicios de delivery.

“El último gran reto que tendremos es transicionar hacia un sistema de reparto con vehículos eléctricos pequeños, como, por ejemplo, a través de bicicletas de carga”, indica Jesús Carlos Soto Morfín Director de Movilidad y Transporte en Zapopan.

Y agrega: “En ese sentido, lo que estamos buscando es una alianza con las áreas de producción económica del Municipio para crear créditos fiscales atractivos y que las empresas que operan en el centro histórico puedan acceder a este tipo de vehículos y generar un cambio rápido allí. De esta manera, podremos lograr un centro libre de contaminación en el menor tiempo posible”. 

Zapopan se comprometió en su programa de acción contra el cambio climático a descarbonizar su centro por medio de alternativas a la movilidad motorizada y un fomento a la movilidad activa.

Según el inventario de emisiones de gases de efecto invernadero del Municipio, que data del año 2016, el transporte es el mayor contaminante con el 52,6% de gases emitidos, seguido del sector de energía estacionaria consumida por la industria (36,8%) y el de los residuos (10,6%). 

En esta línea, el auto particular y el de carga son los mayores responsables de los mismos, con el 69% y el 41% de las emisiones respectivamente. 

En la actualidad, Zapopan se encuentra preparando el terreno y la infraestructura para facilitar estos medios de transporte a través de un piloto de bahías de carga y descarga, en alianza con la GIZ. Una vez terminado el pilotaje, la planeación de centros logísticos será un punto clave para mejorar la eficiencia en la ciudad. 

A su vez, tiene como objetivo institucionalizar la logística de última milla, lo cual requiere de cambios de reglamentación y creación de nuevas áreas técnicas dentro de la institución municipal que pueda dedicarse a la planeación y regulación de esta dinámica. Luego, la idea es expandir el sistema de bahías de carga y descarga por todo el Municipio, hasta finalmente abrir el juego a la micromovilidad eléctrica. 

No obstante, incorporar este tipo de transporte no será tarea fácil, dado que aún es necesaria una serie de impulsos por parte de las autoridades gubernamentales. 

“El reto mayor lo veo en la carencia de un marco normativo a nivel nacional que obligue tanto a las instituciones como al sector privado a forzosamente tener que migrar hacia esta clase de vehículos ”, advierte Soto durante el webinar “Hacia una última milla sustentable: experiencias a nivel subnacional” organizado por la Alianza ATB.

Luego, concluye: “Necesitamos urgentemente ese marco de cara a la crisis climática que nos pone en riesgo. También necesitamos una serie de incentivos fiscales y créditos que permitan una migración económica rápida a estos modos de transporte de cara a la realidad financiera nacional”.