En los últimos meses, el Gobierno español ha puesto un decidido compromiso en el avance sobre la electromovilidad. 

Nuevas normativas, inversiones y espacios de debate se han concretado con el fin de acelerar la transición.

La Federación de Industria, Construcción y Agro de la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT FICA) celebra las iniciativas, pero siente que ha quedado fuera del trabajo que se ha estado realizando. 

“Parece ser que los sindicatos no existimos en la transformación del sector. Esto pone en evidencia lo que venimos diciendo y exigiendo”, expresa Jordi Carmona, secretario sectorial de Industria Automovilística de UGT FICA.

En diálogo con Portal Movilidad España, amplía esta idea y pone en evidencia la labor que han estado desplegando, con la intención de salvaguardar a los dos millones de trabajadores y trabajadores que agrupa la automoción a nivel local.

La mesa del sector y el Grupo de Trabajo para la Infraestructura de Recarga están en el foco en estos momentos. 

En reiteradas ocasiones, el gremio ha solicitado que se retomen las reuniones del primer espacio, y en cuanto al segundo no han sido convocados todavía. 

Cabe tener en cuenta que la semana pasada, Joan Groizard, director general del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), resaltó la posibilidad de añadir nuevos participantes.

“Durante todos los encuentros que realizamos, hemos insistido en que los miembros pueden sugerir actores que no estén presentes y deban estarlo. Es importante que todos estemos allí”, aseguraba.

Pero mientras tanto, se espera que llegue una nueva convocatoria para la reunión, que cumpla con el requisito de incluir a aquellos que han solicitado ser parte.

Propuestas del sindicato

“A nivel europeo se ha marcado que cada 60 kilómetros tiene que haber un cargador, pero yo creo que debe haber una discusión más profunda en cada país”, explica. 

Desde su parecer, Carmona considera que debe tenerse en cuenta la litotomía territorial, con el fin de que ese despliegue se realice en base a las condiciones que posee cada región.

“Va a haber zonas en las que se requieran que estas distancias entre puntos se reduzcan. Es aquí donde queremos intervenir y apoyar este proceso”, sostiene el representante de UGT FICA.

Asimismo, nota que en este proceso se pueden aplicar medidas alternativas que permitan que no se genere una sobrante de empleo.

La formación y capacitación toma un papel fundamental en este punto, ya que esta será la herramienta que permitirá posicionar a aquellos trabajadores que queden fuera de las plantillas del sector automotriz.

Competencias autonómicas

Otro de los focos «controversiales» se vincula con las metas para el fin de la venta y circulación de coches con motores a combustión. 

“Nos preocupa que las políticas que se puedan aplicar en ciudades o comunidades puedan agravar el problema”, recalca en este sentido Jordi Carmona. 

Según detalla, hay un temor de que diferentes autoridades locales opten por adelantar las prohibiciones, lo que podría generar brechas sociales y de movilidad. 

Esto se debe a que todavía el escenario de acceso al coche eléctrico no está completamente consolidado, lo que podría hacer que muchos no puedan movilizarse libremente y quedarían por fuera de la transición, en cuanto a la visión de UGT FICA.