Antigua Guatemala, fundada durante el siglo XVI, fue la capital del país hasta que en 1773 un terremoto la destruyó.

A pesar de los daños, muchos edificios históricos lograron sobrevivir, convirtiendo a la ciudad en una de las más bonitas de Guatemala y en un destino turístico importante que, incluso, forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Lo interesante es que ahora los visitantes podrán recorrer sus coloridas calles empedradas con carruajes eléctricos, generando una experiencia única tanto para turistas nacionales como extranjeros.

El objetivo es brindar los mismos recorridos que se realizaban hace muchos años, pero de una forma sostenible y sin maltrato animal.

Lo cierto es que, anteriormente, estos vehículos eran jalados por caballos. Sin embargo, las asociaciones de protección de animales no veían con buenos ojos que se utilizaran con fines de entretenimiento.

“Ocurrió un incidente y, en consecuencia, las autoridades de la Municipalidad prohibieron seguir utilizándolos con caballos”, comenta Julio Sosa, socio fundador y gerente de Operaciones de Luka Electric S.A., empresa proveedora de los carruajes.

Y explica en diálogo con Portal Movilidad: “Vimos ahí una oportunidad de negocio, un nicho de mercado. Solicitamos una licencia para poder operar con estos vehículos, pero de manera eléctrica. De esta forma, no estamos realizando maltrato animal, ni contaminando el medio ambiente”.

En efecto, dado que la administración les otorgó la autorización, desde el 17 de febrero comenzaron a prestar servicio.

Se trata de carruajes reconvertidos a los que les agregaron motores eléctricos y que permiten transportar hasta cuatro o seis pasajeros, dependiendo del tamaño del vehículo.

Vale mencionar que viajan a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, es decir, una velocidad “lenta” para “simular el trabajo de los caballos”.

“También efectuamos trabajos en la parte de la suspensión mecatrónica, porque Antigua Guatemala no tiene asfalto, sino empedrado. Por eso hicimos algunos ajustes, para que pudieran circular tranquilamente”, indica Sosa.

En cuanto al servicio, realizar el recorrido cuesta lo mismo que cuando eran impulsados por la fuerza de los animales.

“El objetivo final es que las personas pagando 15 dólares puedan utilizarlos desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde. En el recorrido, los turistas podrán parar en tres estaciones diferentes y tomarse otro carruaje para continuar la visita”, sostiene el gerente.

Antigua Guatemala es una ciudad llena de historia, que combina la belleza de los volcanes, con la arquitectura colonial y la cultura vibrante.

Sin dudas, es un excelente destino turístico para explorar todas las maravillas que el lugar tiene para ofrecer. ¿Qué mejor que hacerlo de manera sostenible y sin maltrato animal?