La Dirección Nacional de Energía (DNE) del Ministerio de Industria, Energía y Minas (MIEM) proyecta realizar hacia mitad de año cursos de manejo de buses 100% eléctricos de la mano de un programa internacional referido a la temática.

“La idea es que las intendencias manejen la tecnología y se empiece a generar un intercambio en términos de asistencia técnica. Una diferencia no menor es que son automáticos, lo que representa un cambio en la conducción al igual que otras características”, afirma Sebastián Lattanzio, asesor de la DNE. 

¿Por qué se refiere a las intendencias? Se trata de una política que complementa la adquisición de buses eléctricos por parte de los municipios de la mano del programa Subite Buses.

Desde el mismo, el Estado nacional aporta hasta USD 85 mil para la adquisición de una unidad eléctrica a aquellas localidades que no cuenten con ninguna de esta tecnología.

Se espera que aproximadamente una decena de municipios puedan contar con su primer bus eléctrico para uso intensivo en su territorio.

En estos casos, las capacitaciones darían respuesta al manejo de las unidades determinadas en el programa, que son tres: ANKAI G6 (6,5 m), ANKAI G9 (8,5 m) y el ANKAI G9 (10,5 m). 

Esta propuesta se sumaría a las iniciativas estatales para la formación en electromovilidad. Entre ellas, también se encuentran las propuestas académicas de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU). 

En el Bachillerato de Movilidad Eléctrica, se forma a jóvenes en cinco dimensiones:

• Conducción.
• Instalación eléctrica.
• Gestión de carga.
• Capacitación para los talleristas.
• Emergencias y siniestros.

A su vez, la misma institución apuesta este año a una tecnicatura para formar talentos.

“Dentro de la transformación curricular para el 2023, vamos a hacer los bachilleratos técnicos profesionales. Esto es una novedad. Tienen la particularidad de tener dos años básicos y otro más de especialización”, afirma Mario Pereira, asesor de Coordinación y Planificación Estratégica, sociólogo, investigador y docente de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU).

Y precisa: “En este caso, serían dos primeros años de mecánica automotriz y otro de especialización en electromovilidad”.

Allí se explota una de las necesidades que marca la política de capacitación de la DNE: generar talento en torno a los requerimientos técnicos de los vehículos cero emisiones. 

Por otro lado, estudios confirman que la mala gestión de las baterías (incluyendo la conducción indebida) afectan de manera decisiva en el rendimiento de los vehículos. Tanto la autonomía de la unidad como el rendimiento general no encuentran una performance óptima si no es manejada correctamente. 

Por otro lado, la Compañía Uruguaya de Transportes Colectivos S.A. (CUTCSA) cuenta con objetivos para la electrificación del transporte de colectivos en un 100% para el 2040. La necesidad de políticas aledañas en torno a la sustitución de las unidades comienza a generar preocupación en ciertos sectores técnicos.