Si bien muchos transportistas se abstuvieron de participar en el concurso de asignación de rutas y frecuencias alegando la inconsistencia de los requisitos, otros aceptaron los términos y ofertaron para distintos paquetes. 

Uno de ellos fue la empresa Guadalajara, el único interesado por el paquete siete de Eloy Alfaro, el cual opera y conoce bien. Desde la compañía aseguran que los últimos años han apostado por las nuevas tecnologías y la modernización de sus unidades. Tal es así que el promedio de antigüedad de su flota de 61 buses data del 2017. Ahora, solo le queda dar el paso a la electrificación. 

Un primer acercamiento lo tuvieron a finales del 2019, cuando la firma compró una unidad eléctrica que nunca llegó por la pandemia de COVID-19. 

“Estamos esperando que el bus llegue dentro de tres meses”, afirma Pablo Lima, gerente de la empresa, que aclara: “Si no cumple con las especificaciones técnicas, la fábrica se comprometió a hacer todos los correctivos necesarios”. 

El tema de los requerimientos fue uno de los puntos controversiales en la licitación, dado que los transportistas opositores argumentaron que en ningún sitio se aclaraban las características concretas que las unidades debían tener. 

Para Lima, en cambio, esto es algo que se puede trabajar y conversar a lo largo del tiempo, mientras se hacen pruebas y se analizan cuáles son las mejores opciones para una ciudad con las particularidades de la capital ecuatoriana. 

“Más que nada hay que ver el tema del motor porque Quito tiene muchas subidas y bajadas. Necesitamos un bus que se acomode a eso y los fabricantes nos han dicho que se adecuarán”, señala. 

En cuanto a lo financiero, una cuestión fundamental que para muchos transportistas no estaba resuelta y por el contrario generaba un déficit, Lima manifiesta que si bien la inversión necesaria para los buses eléctricos “es bastante grande”, Guadalajara podrá realizarla en el largo plazo. De hecho, ya está trabajando con bancas para acceder a distintos créditos. 

“Soy consciente de que las inversiones son altas. El tema de la caja común es un tema que aún tiene cosas por pulir”, indica y añade: “El tema de la póliza de garantía era algo que nos preocupaba mucho. Cuando averiguamos no se necesitaba una póliza millonaria sino que había que hacer bien los cálculos y te daba una póliza menor. En nuestro caso se trataba de un número asequible”. 

Luego, explica: “Cada uno tiene una forma diferente de ver el negocio. Nosotros hicimos un análisis financiero y, como este proyecto no es para arrancar mañana, vamos a tener el tiempo para hacer planificaciones económicas y cumplir”. 

Según el pliego del concurso, “el cronograma de incorporación de flota cero emisiones será incorporado a partir del segundo año”, yendo a la par con las disposiciones de la Ley de Eficiencia Energética en la cual se apunta a que a partir del 2025 todo nuevo vehículo que se sume al servicio de transporte urbano deberá ser eléctrico.

A su vez, cabe recordar que el secretario de Movilidad de Quito, Guillermo Abad Zamora, en diálogo con Portal Movilidad, adelantó que la Comisión de Movilidad trabaja en una ordenanza de electromovilidad para incentivar la incorporación de estos vehículos y “darles mayores garantías a los operadores para la inversión”. 

¿Cómo sigue la licitación? El 25 de junio será la fecha límite para evaluar ofertas, el 28 para notificar resultados y el 30 para suscribir los contratos de operación. Al finalizar esta etapa, se volverán a concursar los seis paquetes que quedaron libres.