La ciudad de León ha sabido destacarse a lo largo de su historia en materia de tecnología y movilidad. Sin embargo, aún tiene una cuenta pendiente relacionada a las cero emisiones a través de la incorporación de buses eléctricos en sus flotas, medida que asimismo no le pasa por alto a los operadores. 

León, ciudad correspondiente al estado de Guanajuato, fue, por ejemplo, la primera en desarrollar un Sistema Integrado de Transporte en 2003 o una de las pioneras en sumar una tarjeta electrónica de pagos para buses en el 2000. De hecho, los empresarios han colaborado con la autoridad en impulsar medidas que tengan un beneficio social a los usuarios y no usuarios, como la conexión a internet que se implementó en noviembre 2020, a bordo de autobuses, paraderos y terminales.

Teniendo en cuenta esta serie de apuestas a la innovación, para ellos el próximo paso a dar es el de los buses eléctricos. 

“Los empresarios de León dicen que están abiertos a que cualquier empresa venga a probar autobuses y, si encuentran la relación costo-beneficio, serán bienvenidos”, asegura Genaro Torres Cruz, gerente de Planeación del Organismo Administrador Pagobús S.C.

En la ciudad, además de buscar actualizar sus flotas, son conscientes de las emisiones que producen las 1700 unidades que circulan. Es por esto que, aunque saben que no es suficiente, utilizan combustibles menos contaminantes al medio ambiente. 

Sin embargo, todavía la falta de infraestructura e incentivos dificultan la adopción de la electromovilidad. Para Torres es necesario el apoyo del Gobierno nacional para que invierta en plantas de carga de energía y acompañe en la inversión inicial al empresario. 

“Los proveedores que hay en el mercado dicen que todavía es caro”, señala y advierte: “Mientras tanto, el Gobierno nacional si bien no ha detenido las cosas, no las ha fortalecido para que se dé más rápido la transición. Si bien ya hay algunos avances, vamos muy despacio”. 

Respecto a los empresarios, indica: “Y por supuesto, ellos no van a cambiar drásticamente el modelo de negocios que tienen para probar un modelo incierto que puede generarles más gastos que ingresos”. 

Igualmente, los operadores continúan buscando mejorar la calidad del servicio, al mismo tiempo que obtienen ganancias. Es por eso que, pese al contexto de pandemia por coronavirus y la crisis económica que conlleva, han renovado sus autobuses. 

“Los empresarios de León son conscientes de que después del año seis de vida la curva de costos de operación empieza a crecer exponencialmente. En ese momento, toman la decisión de vender. No esperan a que un autobús llegue a los 10 años, ni tampoco tienen la necesidad de que la autoridad los advierta”, cierra Torres.