Toyota Motor Corp respondió a los críticos que dicen que ha tardado en adoptar los vehículos eléctricos de batería (BEV), argumentando que necesitaba ofrecer una variedad de opciones de automóviles para adaptarse a diferentes mercados y clientes.

En su reunión general anual, el fabricante de automóviles más grande del mundo por ventas duplicó su posición de que se mantendría con tecnologías que incluyen vehículos de celda de combustible e híbridos que lo han convertido en las últimas dos décadas en un líder en automóviles más limpios.

Además de las preocupaciones sobre su estrategia de electrificación, los ejecutivos de Toyota abordaron una variedad de preguntas sobre los planes de sucesión del CEO ante la actual escasez de chips.

«El objetivo es la neutralidad de carbono», aseguró en la reunión el director de tecnología de Toyota, Masahiko Maeda, en respuesta a las preguntas presentadas por el fondo de pensiones danés AkademikerPension, que también pidió a Toyota que se abstuviera de presionar para socavar la transición a los BEV.

Sin embargo, «los clientes deben elegir», explicó Maeda, para popularizar los autos eléctricos que incluyen híbridos enchufables. Debería haber una variedad de opciones disponibles y el fabricante de automóviles no debería limitarlas.

«Toyota usó el pretexto de las elecciones de los clientes para evitar responder a la pregunta sobre las actividades de cabildeo… para retrasar la transición hacia automóviles sin combustibles fósiles», refirió AkademikerPension en un comunicado después de la AGM.

«Como inversores, esperamos más en 2022 en el contexto de la crisis climática que amenaza con limitar mucho más que las opciones de los clientes en un futuro no muy lejano».

Toyota argumenta que los híbridos aún tienen sentido en los mercados donde la infraestructura no está lista para respaldar un cambio más rápido a los BEV, y está explorando la viabilidad de los combustibles ecológicos para los automóviles con motor de combustión interna, incluido el hidrógeno.

Hay una brecha entre Toyota, que aborda la descarbonización de una manera «pragmática», y los grupos ambientalistas que piden una acción inmediata, explicó Seiji Sugiura, analista senior del Instituto de Investigación Tokai de Tokio.

Las posiciones no son totalmente opuestas y agregó que Toyota ha estado trabajando para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero desde la etapa de producción de vehículos.

El año pasado, la compañía se comprometió a gastar 8 billones de yenes ($ 60 mil millones) para 2030 para electrificar sus automóviles, la mitad de los cuales es para el desarrollo de vehículos totalmente eléctricos. Aún así, espera que las ventas anuales de dichos autos alcancen solo 3,5 millones de vehículos para fines de la década, o alrededor de un tercio de las ventas actuales.

El mes pasado, Toyota lanzó su primer vehículo totalmente eléctrico producido en masa a nivel nacional, aunque solo para arrendamiento, y los modelos híbridos de gasolina y electricidad siguen siendo mucho más populares en Japón.

Próximo CEO

Cuando se le preguntó sobre la planificación de la sucesión, el presidente ejecutivo Akio Toyoda, quien ha dirigido la compañía durante 13 años, dijo que estaba «pensando en el momento y la selección de un sucesor».

No ha habido indicios de que Toyoda planee renunciar.

Toyoda, de 66 años, nieto del fundador de la compañía, Kiichiro Toyoda, condujo a la compañía a través de una fase oscura cuando las ventas de Toyota se desplomaron después del retiro de millones de vehículos y la compañía reportó pérdidas de miles de millones de dólares.

«Escogería a alguien que entienda la filosofía de la compañía como mi sucesor», agregó.

Toyoda ha buscado reformar la cultura corporativa de Toyota, dedicando más tiempo a los ejecutivos más jóvenes y recortando algunos puestos de alto nivel.

En 2020, nombró a los veteranos de la compañía Maeda y Kenta Kon para los principales puestos. Ambos tenían 51 años en ese momento, una edad relativamente joven para los altos ejecutivos de Toyota.

Toyota, que vendió 10,5 millones de vehículos en 2021, superando con creces a su rival más cercano Volkswagen AG, ha recortado repetidamente la producción este año, plagado de una crisis mundial de chips.