Luego de la aprobación de la Ley de Cambio Climático, se ha enmarcado dentro del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que más de 1.000 gasolineras instalen un punto de recarga.

Para esto, las estaciones de servicio pueden adquirir ayudas desde el plan Moves para poder realizar esa transición.

“Las gasolineras se ven obligadas a cumplir con un plazo y con una subvención menor a la que reciben los ayuntamientos; no tienen ningún límite para llevar a cabo las acciones”, plantea Max Hausmann, Business Unit Responsible de Ecostation.

Al momento un ayuntamiento recibe por punto de recarga un 70% de subvención y una estación de servicio un 60%.

Pero, a Hausmann lo que más le concierne es que los plazos sean casi imposibles de cumplir para uno y para el otro sean inexistentes.

Según el PNIEC, las gasolineras con ventas superiores a los 10 millones de litros de gasolinas y gasóleos en 2019, deberá para febrero de 2023, contar, como mínimo, con un punto de recarga de 150 kW. 

Las que tengan más de cinco millones de litros de gasolinas y gasóleos en 2019, su plazo es de 27 meses (agosto de 2023) para colocar, al menos, un punto de recarga superior a 50 kW.

Mismo plazo cabe para las que tuvieron menos de cinco millones de litros, pero estas deberán instalar un punto de 50 kW.

“Estamos en las tramitaciones del Moves con varias estaciones de servicio que están próximas a ejecutarse”, explica Hausmann.

Pero añade que será casi imposible cumplir los plazos, al menos con los de febrero de 2023. 

“Tramitar el Moves a día de hoy tarda seis meses. Ejecutar un proyecto como este tarda entre 4 y 5 meses, sumado a la conexión con la energética local, enero es imposible”, deja claro el Business Unit Responsible.

A lo que es imperativo y comenta: “Aquellos que han querido tenerlo para enero de 2023 no lo van a tener”.

En febrero de 2023, vencido el plazo, las gasolineras que no hayan cumplido con el objetivo deberán hacerse responsables y pagar una sanción al Estado.

“No queremos que esto suceda, si que pongan los puntos de recarga y sin sanción”, comenta Hausmann.

Igualmente, la preocupación que marca el Business Unit Responsible es con las estaciones de servicio que buscan cumplir el objetivo pero se ven retrasadas por los tiempos burocráticos.

“Existen estaciones que simplemente no quieren hacerlo y no podemos obligarlos”, explica y añade: “Creen que esto no les tocará, que es solo una presión mediática y no hacen nada en favor de ir a por ese objetivo”.