Latam | Vehículos Eléctricos
miércoles 28 de octubre de 2020
Smart Cargo se prepara para desembarcar en cuatro países de Latinoamérica
La firma chilena que comercializa y distribuye vehículos eléctricos en la categoría de movilidad liviana y micromovilidad sigue aumentando sus ventas y se expande por la región.
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En este plan de expansión está Colombia, Nicaragua, Perú y Argentina. Dentro de los más de 50 modelos, de los cuales 28 están homologados para circular por las calles de Chile, se realizó una selección de los productos que se adaptan mejor a las necesidades, normativas y regulaciones de cada mercado.

Andrés Álamo, CEO y socio fundador de Smart Cargo, comenta a Portal Movilidad que se comenzó con la idea de vender 30 unidades al mes y hoy están en 130. “Este año superó todas nuestras expectativas. Estamos sobrevendidos hasta diciembre, todas las proyecciones que hicimos se quedaron chicas”, afirma.

En este sentido comenta: “Esperamos que los bancos nos ayuden a financiar este tipo de tecnologías y poder ponerlas al alcance de todos, apostamos a que las calles estén llenas de estos vehículos”.

En Colombia y Nicaragua llegarán a través de franquicias, ya se importaron las primeras unidades y están en proceso de homologación de vehículos de tres y cuatro ruedas.

En el caso de Perú, la empresa está involucrada y avanza con el proyecto de la mano de un socio local.

“Al contrario de Chile, aceptan vehículos de tres ruedas con pasajeros, hay mucha moto carga y moto taxi, por eso encontramos un mercado tan atractivo. Estamos muy concentrados en este proyecto”, cuenta.

Las perspectivas indican que podrán iniciar insertando 40 unidades al mes. Sobre esto, refiere: “Ya estamos hablando de los pedidos. En comparación a cuando nos lanzamos en Chile, ahora tenemos prestigio, buenas experiencias con clientes que han importado y un servicio técnico propio”.

Respecto a Argentina, están en tratativas con la empresa estatal Correo Argentino que implica la venta de unidades eléctricas. Este proyecto sería diferente a otros dado que se apuesta a desarrollar la batería.

“Necesitamos que el 40% de la mano de obra sea chilena para tenerlo como producto de origen y en Argentina los aranceles de importación son muy altos así que se van mucho los costos. Pero si la sacamos con certificado chileno habría un gran ahorro por el convenio del Mercosur”, detalla Álamo.

En el transcurso del año se debería haber enviado el primer modelo ya con batería incluida, pero se retrasó por la alta demanda y quiebre de stock.

También ha habido contacto también con Ecuador y México, en el caso de Estados Unidos y Europa se están iniciando el proceso de homologación a través de empresas que adquirieron sus unidades.

Asimismo, agrega: “Tenemos en la mira casi todo el mercado sudamericano, pero estas fueron las primeras oportunidades. Empresas de última milla nos buscan porque aparte de dar una solución sostenible es a bajo costo”.

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