“Por parte de la SNTT tenemos una buena postura sobre la electromovilidad a raíz de circunstancias que hemos manejado en los últimos tres años”, confirma Vivian Acosta Rusinque, vicepresidenta nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de Rama, Servicios de la Industria del Transporte y Logística de Colombia (SNTT).

Se escucha una y otra vez el discurso del cambio ambiental y las transiciones justas, en Bogotá, por ejemplo, se hizo esa transición cuando los buses tradicionales diésel y gasolina salieron de circulación.

La dirigente sindical recuerda: “Cuando hubo esta transición, como organización estuvimos muy al frente de esto porque teníamos varios afiliados conductores de los buses convencionales y, en esa ocasión, la Secretaría de Movilidad, la Alcaldía y Transmilenio nunca pensaron en los trabajadores”.

Según menciona, la intervención se tuvo que dar porque hubo despidos masivos y quedaron miles de trabajadores sin fuente de empleo. No solo fue el caso de conductores sino de toda la economía que gira alrededor de los buses tradicionales.

Para ello se tuvieron que concretar varias mesas de dialogo con Movilidad, Transmilenio y Alcaldía para que ofrecieran opciones directas de trabajo.

Ante esto, Vivian Acosta Rusinque insiste: “No estamos en contra de que se implementen nuevas tecnologías que vayan a favor del medioambiente. Apostamos a que el tema de la electrificación de flota de buses se vaya incorporando siempre y cuando se tenga en cuenta a los trabajadores en sus capacitaciones y sin discriminaciones para que tengan oportunidad de conducir estos buses”.

La también Representante de las mujeres trabajadoras en el sector transporte carretero, ofrece el ejemplo de los 450 cupos para mujeres que se ofrecieron y la creación de la operadora pública La Rolita que, en principio, iba a ser únicamente operada por mujeres pero no había la cantidad suficiente capacitada con la licencia de conducir correspondiente.

El valor agregado de conducir un e-bus

Para que los trabajadores puedan postularse en las operadoras donde los vehículos del transporte público son 100% eléctricos deben aplicar a un curso, como una especie de ascenso para conducir estos móviles.

“Con este ascenso entrarían a ganar un poco más. Es algo muy bueno porque dicen que cuentan con nuevas tecnologías, no tienen que hacer tanto esfuerzo y se evitan afectaciones médicas por movimiento repetitivo”, asegura Acosta Rusinque.

Así, los conductores de buses alimentadores ganan prácticamente lo mismo que los de buses eléctricos, alrededor de un promedio 1.600.000 pesos colombianos según los datos que ofrece la SNTT.