José Portilla, director general de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (SERNAUTO), y Jaime Barea, director corporativo de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (GANVAM), discutieron sobre el impulso público que significan los fondos europeos y cómo deberían ser aprovechados.

Ambos representantes consideran que es importante invertir en Investigación, desarrollo e innovación (I+D+i ).

Además, también señalan que es necesario que este conocimiento “sirva a toda la cadena de valor de la automoción” y que tenga como objetivo la descarbonización del sector.

“Neutralidad climática y liderazgo digital deberían ser los dos motores de cambio”, subraya Barea.

Es ahí donde ambas asociaciones manifiestan la importancia de las PYMES para avanzar en el proceso de digitalización “a través del impulso a la conectividad, de la inteligencia artificial y de crear una cultura digital en base a una integración con el vehículo conectado”.

En este sentido, desde Sernauto aseguran que están realizando un servicio de acompañamiento a las pequeñas y medianas empresas a través de webinars y del facilitamiento de información para lograr avanzar en estos temas.

“El sector se encuentra inmerso en un proceso de transformación con cuatro tendencias claves que llamamos MADE (Movilidad, Autonomía, Digitalización y Electrificación)”, resalta Portilla.

Lo solicitado por ambas asociaciones se ve enmarcado en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC).

Según la presentación por parte del Jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, este plan del Gobierno tiene como objetivo que “España se convierta en el primer fabricante de Europa de este tipo de vehículos”.

El proyecto prevé una inversión de más de 24.000 millones, con una contribución del sector público de 4.295 millones de euros y una inversión privada de 19.714 millones.

Estas ayudas se dividirán en dos medidas de apoyo, en transformadoras y facilitadoras.

Dentro del primer grupo se encuentran las subvenciones a proyectos centrados en tecnología y conocimiento, como lo es la conectividad y los componentes inteligentes.

Es así como dentro de las indicaciones para participar por estas subvenciones, las empresas deben formar una agrupación con “al menos” cinco compañías, de las cuales el 40% deberán ser pymes, con presencia en dos comunidades autónomas como mínimo.

Asimismo, enmarca como un punto fundamental que el grupo esté integrado por una entidad proveedora de conocimiento, como lo es un centro de I+D+i, ya sea público o privado.

Con esta premisa inicial, las agrupaciones empresariales deberán incluir entonces un proyecto de fabricación y ensamblaje de «equipos» originales, una fábrica de baterías o de pilas de hidrógeno y una fábrica de componentes.

Estos bloques son obligatorios para concurrir a las ayudas y a ellos se pueden añadir otros adicionales como la fabricación de vehículos eléctricos inteligentes, el desarrollo de microprocesadores y conectividad y la fabricación de sistemas de recarga.