Hoy el Metro de Medellín tiene a su cargo 11 líneas: dos de metro, tres de buses, cinco de cables aéreos y una de tranvía. Y en construcción una de cable aéreo que se espera inaugurar a mitad de año.

Dentro de los buses que hacen parte del componente masivo, los que opera el Metro de Medellín son 142 entre articulados y patrones, de los cuales 65 son los eléctricos y 77 a gas.

Bajo la supervisión del Metro hay dos líneas alimentadoras que tienen 108 buses a gas y cuatro busetones eléctricos. En la otra que tiene un total de 259 de los cuales 65 son diésel y el resto a gas.

Sumado a esto, en todo el Valle de Aburrá se calcula que hay unos 5 mil buses rodando en las calles y de esos solo 61 deberían incorporarse para alcanzar la meta establecida.

Sin embargo, Pedro Buitrago Bustamante, jefe del área de buses del Metro de Medellín, aclara: “Por el momento no se incorporarán más unidades con recursos públicos, lo que se busca es que con los esfuerzos que ya se hicieron y con los resultados existentes sean otros actores los que realicen las inversiones para la transformación de sus propias flotas cuando deban renovar o chatarrizar”.

“Por este motivo es que nuestros números son públicos y se han realizados en conjunto con otras entidades del Estado, para que cuando deban aprender y replicar experiencias tengan la nuestra a disposición”, explica a Portal Movilidad.

La operación con buses comenzó en 2015 con un convenio interadministrativo entre diferentes entidades públicas: Metro de Medellín, Empresas Públicas de Medellín (EPM), el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y el municipio.

Pedro Buitrago Bustamante, jefe del área de buses del Metro de Medellín

“A partir de allí comenzamos a relacionarnos con fabricantes y a entender dónde estaban las operaciones, aprendimos de China porque en la región no había casos similares”, relata.

Luego de esas conversaciones se tomó la decisión de comprar un bus articulado de 18 metros con capacidad 160 pasajeros en 2017 que comenzó operaciones en 2018.

Al respecto, menciona: “En abril cumple tres años de operación con muy buenos resultados. Teniendo en cuenta la topografía y la ocupación del sistema, este bus comparado con las unidades a gas natural vehicular, tiene un rendimiento que destaca en términos de disponibilidad, confiabilidad y facilidad de mantenimiento. Es el que más kilómetros recorre”.

La unidad rueda por 20 horas con 280 kilómetros con una sola carga en pendientes del 15% en los tramos más cargados del sistema.

“Este piloto se trata de construir la canasta de costos, tenemos claro el capex pero estamos construyendo el opex. Es muy apresurado para sacar conclusiones, pero las cifras son interesantes”, afirma Buitrago Bustamante.

Ya a finales del 2018, el municipio tomó la decisión de incorporar 64 buses padrones a través de una licitación que salió adjudicado BYD.

Por otra parte, el Metro está a cinco años de reemplazar algunas de las unidades a GNV que están por llegar al fin de su vida útil, sea porque cumplen con el kilometraje o los 15 años en circulación.

Adicional a esto, cuenta con contratos de concesión que operan el componente alimentador. Una de estas empresas ya apuesta por la movilidad eléctrica e incorporó cuatro busetones cero emisiones con capacidad para 40 pasajeros.

Esas unidades estaban dentro de una compra de doce que se vio afectada por la pandemia y se encuentran a la espera de adquirir las otras ocho.