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jueves 28 de octubre de 2021
Según GIZ México «no es interesante» para el desarrollo de transporte a hidrógeno verde
Para que las industrias que rodean al hidrógeno verde puedan desarrollarse, especialistas aseguran que primero deben sentarse las políticas energéticas necesarias para que las empresas se inclinen a apostar por estas tecnología.
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Si bien el potencial de la Nación para la producción de hidrógeno verde es cuantioso, hoy las empresas que desarrollan proyectos con este elemento en otros países aseguran que México no es “interesante” dado que no posee una política nacional que lo respalde, según afirma un reporte realizado por la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ). 

De hecho, México tiene oficinas de muchas empresas internacionales que desarrollan proyectos de hidrógeno verde en Europa, Estados Unidos y otras latitudes; sin embargo, no se ha identificado prácticamente ningún esfuerzo para promover estas tecnologías en su propio territorio.

Tal es así que el estudio tan solo identificó en el ámbito privado a dos compañías que trabajan en esta clase de proyectos, mientras que solo uno se vincula con vehículos impulsados por hidrógeno. 

Este es el de Dhamma Energy que tienen en vista off-takers de hidrógeno relacionados a la movilidad eléctrica, como vehículos de pasajeros, autobuses, barcos y trenes, entre otros planes en etapa de conceptualización. 

Según destaca el informe, en principio, para que cualquier industria relacionada se desenvuelva es necesario generar las condiciones y políticas energéticas adecuadas. 

En ese sentido, cabe resaltar que todavía no hay evidencia de producción de hidrógeno verde en México. Por el momento, el mercado de hidrógeno del país representa el 0,3% del mercado global (70 MM de toneladas en 2019) y es todo gris. De este, 98.6% está cautivo, y sólo el 1,4% es
comercial, el cual significa
aproximadamente 2.650 toneladas por año, virtualmente en manos de 3 empresas: Air Liquide, Linde y Cryo – Infra.

No obstante, todos los actores entrevistados coincidieron en que México tiene un alto potencial renovable y una amplia extensión territorial que podría permitir el desarrollo de hidrógeno verde en el país.

Esto se lograría a partir de una hoja de ruta o una estrategia nacional de hidrógeno, proyectos piloto y la identificación de oportunidades inmediatas para la adopción de hidrógeno verde, posiblemente a través de montacargas, camiones mineros o islas energéticas y penínsulas. 

¿Qué pasa con el marco regulatorio actual para la aplicación del hidrógeno en el transporte?

Más allá de las referencias explícitas al hidrógeno dentro de las leyes y regulaciones, el marco regulatorio mexicano ofrece posibilidades para la producción y uso de hidrógeno dentro del país, que actualmente es utilizado por los productores privados de este gas. 

En lo que respecta al uso en aplicaciones de movilidad, al ser la movilidad del hidrógeno en realidad una categoría de movilidad eléctrica, su base legal se encuentra en la Estrategia de Transición para Promover el Uso de Tecnologías y Combustibles más Limpios, en términos de la Ley de Transición Energética. 

Esta estrategia identifica la necesidad de promover el uso de vehículos híbridos y eléctricos con tecnologías eficientes, entre los que se podrían incluir los vehículos eléctricos a celda de combustible (FCEV).

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