Latam | Vehículos Eléctricos
jueves 29 de julio de 2021
Según el BID el interés por la movilidad eléctrica en Latinoamérica aumentó con la pandemia
El avance en la electromovilidad no se detuvo durante la pandemia de coronavirus sino que se incrementó. Sin embargo, se ha notado una evolución dispareja entre los distintos países de América Latina.
Compartí la nota

Pese a la crisis con la que fue golpeado el sector del transporte público a nivel mundial tras el Covid-19, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) asegura que desde el 2020 los esfuerzos por incorporar la electromovilidad por los países latinoamericanos ha crecido. No obstante, este fenómeno se ha producido de manera desigual entre los mismos. 

“La transición no paró con la pandemia”, advierte Marcelino Madrigal, especialista principal en la División de Energía del BID y líder de la iniciativa de electromovilidad, que explica: “Por el contrario, desde el Banco observamos que el interés de los países por la movilidad eléctrica se incrementó, mientras que varios proyectos continuaron su curso”. 

Entre estos últimos, por ejemplo, se encuentra el laboratorio instalado en un bus eléctrico para hacer pruebas de Covid-19 en Chile; el aumento de las soluciones de última milla eléctricas en Brasil, México, Chile y Uruguay; o la expansión de estaciones de red de carga rápida y media en países como Costa Rica. 

Esto, en consecuencia, implicó una duplicación del trabajo por parte del BID que ya se encuentra interviniendo en 51 iniciativas de 19 países de la región – con Costa Rica, Ecuador y Chile a la cabeza – en aspectos de definición de políticas, incentivos, estudios de proyectos específicos, modelos de negocios y despliegue de financiamiento. 

Sin embargo, los avances en materia de electromovilidad no se han dado de forma balanceada en el continente. 

Según Madrigal, durante el webinar “Cómo acelerar el despegue de la movilidad eléctrica en LAC” organizado por el BID, esto es así dado que los marcos generales de políticas y estrategias se han abordado con mayor profundidad en ciertos países, mientras que otros aún están relegados en la carrera. 

Este caso se repite también con los incentivos que desarrollan las autoridades, un punto fundamental para que la electromovilidad no retroceda. 

De hecho, los estudios realizados por el Banco arrojaron que los incentivos pueden además tener beneficios fiscales netos positivos por la reducción de importaciones, la reducción de emisiones y del pacto fiscal directo en la mejora de la salud de los habitantes. 

A su vez, otro punto clave donde se ven diferenciales es en el despliegue de una red de carga para que los ciudadanos estén seguros a la hora de movilizarse, aspecto en el que se han destacado países como Costa Rica. 

Por último, es necesario una homogeneización de modelos de negocios relacionados a los buses eléctricos, tecnología que claramente ha sido implementada con verdadero éxito en pocas naciones como Chile y Colombia. Para disminuir esta brecha, desde el BID ven necesario homogeneizar los modelos de negocios tomando como referencia el trabajo realizado en los dos países mencionados.

Teniendo en cuenta este presente y con el objetivo de democratizar el acceso a la información, el próximo paso del BID, será crear una plataforma web para el intercambio de conocimiento sobre la tecnología, su regulación y mecanismos para programas de movilidad. 

Destacados.