La dirección de Seat confirmó ayer oficialmente a los sindicatos que existe un excedente laboral de entre 2.500 y 2.800 empleos como consecuencia del cambio estructural que implica la transformación hacia el coche eléctrico.

Los datos, que ya se habían ido adelantando en los últimos días, se hicieron oficiales ayer en la cuarta reunión de negociación del convenio colectivo. En su banda alta, el recorte de 2.800 empleos, incluiría el temido cierre de la planta de componentes de El Prat, que ahora fabrica cajas de cambio manuales y que en estos momentos tiene pocas opciones de adjudicarse el futuro motor eléctrico, porque el grupo se está decantando por Hungría.

En un comunicado dirigido a la plantilla, Seat destaca que “un vehículo eléctrico requiere un 30% menos de horas de trabajo comparado con un coche de combustión, lo que supone uno de los retos inmediatos más importantes para toda la industria del automóvil”. En el comunicado se añade que hay que “reorganizar y adaptar progresivamente nuestra estructura para garantizar un modelo de negocio sostenible”,

Respecto al futuro de Seat Componentes, señala que “aún no hay una decisión definitiva para el motor eléctrico, pero, aunque no se fabrique en El Prat, estamos trabajando para encontrar soluciones alternativas a través de consenso con la representación social.”

Fuentes de la empresa manifestaron su intención de acometer el recorte sin medidas traumáticas, como podría ser un ERE (expediente de regulación de empleo).

Por ejemplo con prejubilaciones o dejando sin cubrir las bajas vegetativas que se vayan produciendo. “Nuestra voluntad es negociar soluciones que minimicen este impacto y en ningún caso con medidas traumáticas”, dijo Matías Carnero, presidente del comité de empresa.

En la misma línea expresada por el consejero delegado Wayne Griffiths el pasado domingo en una entrevista en este diario, la empresa reiteró que “sin la electrificación no existe un plan B. Y es un reto, sin duda, pero también una oportunidad: la de convertir a España en un impulsor de movilidad eléctrica en Europa y garantizar un futuro sostenible”.

Recordó, además, que se está llevando a cabo un plan de inversiones de 5.000 millones de euros hasta el 2025 y hay dos grandes proyectos vinculados a la aprobación del Perte (plan estratégico para la recuperación y la transformación de la economía) por parte del Gobierno.

Por una parte, la instalación de una gigafactoría de baterías en España (puede suponer una inversión de 3.000 millones y más de 3.000 empleos directos).

Por otra, la electrificación de las plantas del grupo Volkswagen en España: con el vehículo de tamaño pequeño que se haría en Martorell con diferentes marcas; y los SUV que se fabricarían en Landaben (Navarra) también con varias marcas.

“El nuevo convenio colectivo debe impulsar la competitividad de la empresa para poder optar a una segunda plataforma”, alertó ayer la empresa según La Vanguardia. Porque de lo que se trata es de conseguir el máximo volumen de fabricación posible para compensar la disminución de horas de trabajo que supone un coche eléctrico respecto a uno de combustión.

Respecto a las aspiraciones salariales de los sindicatos, la empresa insistió en que la retribución salarial en Seat se encuentra entre un 15% y un 25% por encima de la media del sector.