Tras una inesperada segunda aprobación en la asamblea legislativa, la reforma al capítulo tres de la Ley de Incentivos y Promoción para el Transporte Eléctrico solo debe esperar a la firma del presidente de la nación, Carlos Alvarado Quesada, para su publicación y entrada en vigor. 

“Estamos muy contentos, ha sido un proceso de trabajo conjunto entre varios sectores”, festeja Silvia Rojas, directora de la Asociación de Movilidad Eléctrica de Costa Rica (ASOMOVE), en diálogo con Portal Movilidad. 

Y agrega: “Para el país es sumamente importante esta reforma porque tiene como objetivo hacer que la movilidad eléctrica sea más accesible a la ciudadanía”. 

Dado que la ley posee un capítulo de incentivos económicos con una vigencia de cinco años que finalizará en enero de 2023, la necesidad de plantear una extensión de los plazos fue aceptada por el pleno. 

¿En qué consiste la reforma?

A través de esta esta, en principio, se modifica el impuesto sobre el valor agregado (IVA) a los vehículos eléctricos. 

En ese sentido, se establece una exoneración gradual del IVA independiente del valor del carro eléctrico. Bajo la reforma, el impuesto será de un 1% en el 2023 y crecerá un punto porcentual por año, hasta alcanzar el 13% en el 2035. 

Además, se modifica el impuesto sobre el valor aduanero y selectivo de consumo. 

Se tendrá un esquema de exención gradual de este arancel que cambiará cada tres años, comenzando en el 2022 con una exoneración del 100%. 

También, el proyecto renueva las exoneraciones establecidas en la ley actual al impuesto sobre la propiedad, que se paga en el marchamo. 

De esta, el usuario quedará exento en el primer año de vigencia de la reforma. Luego, se exonera un 80%, 60%, 40% y 20% en los próximos cuatro años, hasta que en el sexto se pagará como es habitual. 

Además, establece que las empresas de producción y ensamblaje de vehículos eléctricos quedarán exoneradas del IVA por diez años, siempre y cuando el valor agregado nacional sea por lo menos del 20%. 

Por último, según el documento, en el momento en que la primera planta de ensamblaje de vehículos eléctricos se instale en el país, la Dirección de Energía del Ministerio de Ambiente y Energía realizará el registro de manera que pueda acceder a beneficios indicados por la normativa. 

Considerando que la inclinación por los vehículos eléctricos cada vez es mayor en el país, este tipo de debates suelen tener el consenso tanto del sector civil como político. 

“En Costa Rica ya hay un consenso nacional sobre cuál es la ruta por la que el país debe ir y cuál es el compromiso que tenemos a nivel nacional e internacional. El interés de los costarricenses por los vehículos eléctricos, además, ha crecido”, comenta Rojas. 

Luego, añade: “El mercado ha crecido bastante porque están las condiciones. Tenemos buena oferta con más de 30 modelos distintos y casi 20 marcas. Esto es porque tenemos una normativa e infraestructura de carga. Eso ha servido para que las casas automotrices nos envíen modelos”. 

¿Cuál será el próximo paso de Costa Rica?

“Ahora vamos a ir por el transporte público, que es uno de los pasos más importantes. La forma en la que se democratiza el acceso a la movilidad eléctrica es a partir de este segmento. Estamos intentando promover la transición”, afirma Rojas. 

En ese sentido, la directora de ASOMOVE adelanta que la mirada estará puesta en la introducción de buses eléctricos, de los cuales ya existen algunos pilotos, y taxis cero emisiones en el territorio.