El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) ha aprobado la Estrategia Estatal por la Bicicleta en el Consejo de Ministros, de aplicación hasta el año 2025.

La Estrategia cuenta con el objeto de impulsar políticas públicas en torno a la promoción del uso de la bicicleta, tanto desde el punto de vista de opción de movilidad como sus beneficios para la salud, la recreación y el deporte.

Otro eje que destaca el proyecto es la importancia del sector empresarial del vehículo. “Está llamada a ser la herramienta que permita dar el impulso que necesita la bicicleta en España”, celebran desde la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) la medida.

Los principales puntos de la Estrategia

La Estrategia Estatal por la Bicicleta se apoya en cinco prioridades o grandes ámbitos en los que este tipo de vehículo puede realizar una valiosa aportación. Estos puntos configuran el marco de desarrollo y son los siguientes:

1. Avanzar en la movilidad sostenible a través de un cambio modal a la bicicleta
2. Aprovechar el potencial del cicloturismo
3. Fomentar y proteger el ocio y el deporte en bicicleta
4. Promover la vida saludable mediante la movilidad activa
5. Coordinar la acción del Estado en el impulso de la bicicleta

A su vez, estos cinco ámbitos se desagregan en una serie de diez áreas temáticas a abordar.

1. Cambio cultural: sensibilización, formación y comunicación de los usos de la bicicleta en todos sus ámbitos (cotidiano, ocio, deporte, etc.).
2. Salud, bienestar y dimensión social: el Ministerio reconoce los beneficios a estas tres dimensiones que aporta la bicicleta como modalidad de deporte que reduce riesgos de salud, aliada al bienestar emocional y de provecho a nivel social.
3. Infraestructura ciclista: entendida como un elemento “fundamental” para la promoción del uso de la bicicleta, tanto para movilidad cotidiana, ocio, deporte y turismo. Se remarca la necesidad de redes que garanticen el uso seguro, accesible y cómodo.
4. Instrumentos para facilitar la movilidad ciclista: además de la infraestructura acorde, el documento remarca la necesidad de “una oferta de servicios de movilidad” que facilite el acceso al ciudadano.
5. La bicicleta como medio de transporte cotidiano: la Estrategia destaca el uso del vehículo, en particular para distancias de hasta 15 km, y sus consiguientes beneficios (de salud, ahorro de emisiones, menos ocupación del espacio urbano y reducción de la accidentalidad).
6. Seguridad y regulación: se propone el avance en una mejora de la seguridad mediante una actualización y homogeneización de la normativa, y la formación, comunicación y concienciación en movilidad ciclista.
7. Cicloturismo: la Estrategia remarca que el turismo en bicicleta permite una interacción comparativamente más positiva con el entorno natural y el patrimonio cultural que otras formas de turismo, además de ser esencial para la promoción económica y social de territorios.
8. Ocio y deporte: esta área temática hace notar estas dos cualidades como grandes atractivos de la bicicleta, sugiriendo promoción de eventos, mejoras en seguridad y la facilitación de directrices para el disfrute del vehículo.
9. Visión empresarial de la bicicleta: el incremento de ciclistas es visto como un impulso al comercio del vehículo, así como fomento a otros sectores económicos que interactúan con sus múltiples beneficios (movilidad, deporte, ocio, turismo).
10. Coordinación institucional y financiación: se reconoce la necesidad de implicar al sector privado y asociaciones en el fomento del uso de este medio de transporte, además del establecimiento de instrumentos de coordinación y colaboración.

Estas 10 áreas plantean y exigen, a su vez, objetivos específicos, recogidos en 28 “bloques de acción”, graficados en el resumen ejecutivo presentado por el MITMA.

Estos son los bloques en los que se divide la Estrategia

Algunas de las novedades que mayor expectativa han generado incluyen la creación de una titulación oficial a nivel estatal de técnicos y mecánicos de bicicletas, además de programas curriculares de especialización en cicloturismo.

También se sugiere que las administraciones públicas ofrezcan “beneficios específicos” a aquellas empresas que fomenten planes de transporte sostenibles. Por otra parte, se destacan iniciativas de creación de estacionamientos, como la obligatoriedad de incluir aparcamientos obligatorios en viviendas nuevas.

Cómo se gestionará y financiará la Estrategia

A fin de poner en práctica los puntos destacados previamente, la Estrategia contempla como mecanismos participantes a la Oficina General de la Bicicleta y la red interministerial de responsables de asuntos relacionados con la bicicleta en los distintos ministerios.

La Estrategia se compromete a crear foros para coordinar la medida con los gobiernos autonómicos y entidades locales, además de integrar un Comité Consultivo de la Bicicleta, compuesto por organizaciones vistas como “clave” para el avance del proyecto.

Por otra parte, se destaca la coordinación con las Cortes Generales a través de una Comisión Parlamentaria abocada a las políticas de promoción de la bicicleta y los bloques de acciones en los que la Estrategia se enmarca.

El seguimiento del proyecto corresponderá a la Oficina General de la Bicicleta, encargada de articular informes tendientes a revisar las acciones propuestas, además de corresponderle la decisión de realizar ajustes.

En el apartado de la financiación, el documento que acompaña la Estrategia aclara que los recursos empleados “no serán exclusivamente de origen público”.

Si bien estos pueden provenir de las partidas presupuestarias de ministerios, gobiernos autónomos y administraciones locales, “se espera que las empresas y asociaciones que se beneficien de sus resultados aportes recursos a las acciones en las que colaboren”.

Por último, se cita como otra “posible fuente de recursos” los fondos de préstamos y ayudas, nacionales y europeas, en temática de movilidad y sostenibilidad.