El nuevo Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado se perfila como la estrategia clave del Gobierno español para terminar de dar impulso a la movilidad electrificada.

Tras su presentación formal el lunes 12 y su aprobación este martes 13 en el Consejo de Ministros, ya se conocen los principales ejes que estructuran el plan, el cual movilizará 4.300 millones de euros a la reestructuración de la industria del automóvil hasta 2023.

El proyecto, que acoge los fondos Next Generation y los destina a la industria vehicular, justifica su necesidad en la relevancia del sector de la automoción en la economía española, siendo el país el segundo fabricante europeo de vehículos y el noveno a nivel mundial.

El documento que acompaña la medida describe al nuevo PERTE VEC como un intento de abarcar toda la cadena de valor a fin de crear un “ecosistema necesario que permita el desarrollo de una industria del automóvil innovadora”.

Esto se estructura en seis “palancas”:

• Garantizar la resiliencia de la economía, y particularmente de la industria del automóvil.
• Impulsar a la inversión industrial, basada en proyectos de innovación en la producción de vehículos de nulas emisiones y en la fabricación de elementos clave.
• Ampliar la autonomía industrial del país en coherencia con el marco europeo.
• Orientación estratégica hacia los compromisos de España y la Unión Europea con el objetivo de la neutralidad climática en 2050.
• Integrar a las empresas españolas en las grandes cadenas de valor industriales estratégicas de la movilidad y automoción, posicionando al país como vector de transformación del sector.
• Mejorar la competitividad del sector de la automoción a través de la modificación de marcos regulatorios, digitalización y capacitación profesional.

Cómo se articula el proyecto

El PERTE aborda dos ámbitos de actuación diferentes.

El primero es el de las medidas transformadoras e impulso de los proyectos transformadores de la cadena de valor del VEC, es decir, los segmentos que garantizan el entorno necesario para el sector (infraestructuras, instalaciones, procesos, procedimientos y mecanismos).

En este ámbito se prevé “una medida que actuará a de modo integral sobre la cadena de valor” en tres elementos: centrales (equipos originales y ensamblaje, baterías o pilas de hidrógeno), complementarios (prestaciones innovadores del VEC, conectividad y sistemas de recarga) y transversales (economía circular, digitalización y formación).

La medida de actuación integral se complementará con otras específicas a los eslabones individuales de la cadena de valor.

El segundo ámbito es el de las medidas facilitadoras, lo que incluye tanto aquellas de carácter normativo como otras de forma general hacia la electrificación, economía circular y digitalización, tendientes a favorecer los objetivos del PERTE.

Entre estas medidas encontramos el MOVES III, la Ley de Cambio Climático, el Plan de Formación a cualificaciones profesionales y el despliegue del 5G.

Los tres pilares del Plan de Recuperación y su influencia en el PERTE

El PERTE se retroalimenta con el Plan de Recuperación, Transformación, y Resiliencia de la Economía Española en tres pilares: la transición ecológica contemplada por el Pacto Verde, la Transición Digital y la Reindustrialización.

Este Plan recoge una serie de medidas que abarcan la automoción:

• Incentivos a la instalación de puntos de recarga, a la adquisición de vehículos y a la innovación en electromovilidad.
• Línea de apoyo a proyectos estratégicos para la transición industrial.
• Espacios de datos sectoriales.
• Gestión y asignación del espectro.
• Despliegue de las redes y la cobertura del 5G en los principales corredores de transporte.
• Estrategia Nacional de IA.
• Plan Tecnológico de Automoción Sostenible.
• Reskilling y upskilling de la población activa.

El impacto del PERTE

El proyecto prevé una inversión de más de 24.000 millones, con una contribución del sector público de 4.295 millones de euros y una inversión privada de 19.714 millones.

Se estima que las medidas puedan generar una contribución al PIB de entre el 1 al 7% y la creación de 142 mil empleos en la cadena de valor.

En miras al 2023, la ambición es alcanzar los 250 mil vehículos eléctricos matriculados y el despliegue de hasta 110 mil puntos de recarga.

A fin de un correcto seguimiento de las medidas y objetivos del PERTE, se contempla la creación de la “Alianza para el vehículo eléctrico y conectado”, presidida por el titular del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, con acompañamiento interministerial, de Comunidades Autónomas y asociaciones relacionadas.