Cuando hace unos días el defensa del FC Barcelona Gerard Piqué afirmó que sentía “envidia sana de Madrid” se refería al impulso que está tomando la capital de España al poner en marcha toda una serie de iniciativas, entre ellas la organización de la Copa Davis de la que él es partícipe.

El futbolista incluso dijo que Madrid es “un ejemplo para Europa y para el mundo”, aunque no entró en más detalles, por lo que se desconoce a qué se refería concretamente. Lo que sí podemos añadir desde este Canal es que la ciudad con más habitantes de la península es pionera con la introducción de los tests de prevención de alcoholemia para conductores de patinete eléctrico,según informó La Vanguardia.

Como es sabido, los usuarios de estos vehículos de movilidad personal deben cumplir la normativa de circulación. Entre otras consideraciones no pueden circular por las aceras o zonas peatonales, superar el límite de velocidad de 25 km/h, conducir con auriculares o hacerlo manejando un dispositivo móvil, así como ponerse a los mandos del patinete bajo los efectos del alcohol o de las drogas.

De este modo, todo conductor de patinete eléctrico debe someterse al test a requerimiento de los agentes de tráfico y si sobrepasa la tasa de alcoholemia será sancionado como establece la normativa. La sanción no acarrea la pérdida de puntos, ya que para conducir un patinete no es necesario obtener ningún tipo de carnet o licencia para estar habilitado.

La operadora de movilidad multimodal Bolt, que ofrece un servicio de patinetes compartidos en Madrid, aplica una revolucionaria tecnología para evitar el uso del patinete eléctrico bajo los efectos del alcohol.

Se trata de una iniciativa sin precedentes en España que busca conseguir una movilidad más segura y eficaz con la introducción de controles preventivos de alcoholemia.

La medida se ha implementado en los patinetes de última generación que Bolt ha desplegado recientemente por Madrid coincidiendo con la reapertura del ocio nocturno. De momento se limita a una franja horaria muy específica, los fines de semana, concretamente de viernes a domingo entre la 1 y las 6 de la madrugada.

El test se realiza mediante el teléfono móvil, la herramienta necesaria para desbloquear el patinete.

Sin embargo, antes de desbloquear el vehículo la aplicación móvil somete al conductor a un test de alcoholemia. Dicho examen consiste en la realización de una prueba cognitiva que mide el tiempo de reacción ante tres cambios de imagen.

Como el consumo de alcohol reduce la capacidad de reacción, si el usuario supera el tiempo que se le concede para reconocer la imagen o decide saltarse la prueba, la aplicación no le permitirá desbloquear el patinete.

Bolt sostiene que la seguridad de los conductores y de los peatones es su prioridad. Por ello el nuevo modelo de patinete que pone a disposición de sus usuarios en Madrid utiliza sensores para activar avisos sonoros y visuales si detecta que el vehículo circula por la acera o una zona peatonal. Los avisos se activan también cuando se avistan accidentes o se entra en áreas de baja velocidad.

En cuanto a los modos de conducción, Bolt recomienda a los usuarios principiantes elegir la opción de reducir la velocidad hasta un máximo de 15 km/h. Los conductores más experimentados pueden fijar la velocidad de 25 km/h que es la máxima permitida por ley y acceder a un perfil de aceleración más avanzado que los usuarios principiantes.

La iniciativa de Bolt no es la única relacionada con los vehículos de movilidad personal que tiene como escenario la ciudad de Madrid. La compañía estadounidense Bird, que cuenta también con una flota de patinetes eléctricos compartidos en la capital española, ha anunciado que a principios del próximo año probará en Madrid una tecnología que llega a detener el vehículo cuando el conductor circula por un área donde no está permitido que lo haga.