Juan Antonio Guitiérrez, secretario de la Sociedad Mexicana de Hidrógeno y consultor senior de la firma NNTT DATA, explica en conversación con Portal Movilidad por qué México podría convertirse en un buen aliado de Estados Unidos a la hora de exportar vehículos con celdas de combustible. 

“En México la industria automotriz es la más preparada para el tratamiento del hidrógeno porque es muy fuerte, más que otros países”, afirma el especialista.

Cabe mencionar que actualmente el sector cuenta con 19 plantas de ensamblaje y cientos de unidades que fabrican componentes, dando como resultado una de los sectores productivos más pujantes del país.

En ese sentido, Gutiérrez destaca que los estímulos de la nación limítrofe hacia el hidrógeno y su consecuente aumento de demanda de esta tecnología para vehículos eléctricos, podría generar oportunidades en México.

Por otro lado, este panorama abre puertas para la comercialización del mismo combustible. Teniendo en cuenta el precio que podría tener en México y el subsidio aplicado en EEUU, existe la posibilidad de venderlo a un precio competitivo.

“EEUU, a través de incentivos, ha creado un mercado que va a comprar hidrógeno porque para el usuario de vehículos de esta tecnología va a ser accesible. Se está prometiendo subsidiar USD 3 por kilogramo”, indica el especialista.

Y añade: “Se ha hecho un cálculo en el que se estima que aquí en México se podría producir hidrógeno con un precio de entre USD 4,5 y USD 5 por kg, lo cual implica una posible comercialización del insumo a USD 1,5”.

“El precio es la meta de muchos países. Podríamos en cinco o seis años adoptar el hidrógeno. México tiene mejores condiciones que EEUU para su producción”, asegura Gutiérrez. 

Dentro de este esquema, el país podría aprovechar sus condiciones para la producción de este combustible en Baja California y venderlo más económico a EEUU. 

“Siempre he pensado que si el hidrógeno llega a México, lo hará por la frontera norte. Baja California es un Estado donde hay mayor cantidad de intercambio de conocimiento, bienes, materiales y de dinero”, afirma el consultor. 

Agrega: “Si pudiéramos producirlo en la frontera y transportarlo en camiones eléctricos sería bueno. El mayor potencial renovable de México lo tiene Baja California”.

Cabe destacar que para la relación entre los dos países significa también un beneficio en términos geopolíticos. 

“También conviene tener a los Estados fronterizos desarrollados porque implica menos inmigración a EEUU. Es un tema que contiene varias aristas”, analiza Gutiérrez. 

Por otro lado, si bien no ha habido avances significativos en la materia, varios Estados cercanos ya se están interiorizando en el aprendizaje sobre esta tecnología.

Sobre el punto de avance en el que se encuentra México alrededor del hidrógeno, se entiende que las fases exploratorias generales ya han tenido lugar en el 2020 y 2021. 

“Veníamos con estudios generales sobre todo lo que podía hacer el hidrógeno en México y ahora lo que hay son estudios particulares de oportunidades sobre temas específicos, por ejemplo la movilidad”, explica Juan Antonio Gutiérrez.

Y agrega: “Hay Interés en la electromovilidad por parte de actores privados y públicos. Es un sector atractivo para muchos pero no se sabe bien cómo abordarlo. Desde el Estado se toma a este energético como un reto por la infraestructura de carga y su despliegue”.

Para avanzar en el desarrollo en México, Gutiérrez considera que es necesario implementar marcos regulatorios que graven la emisión de GEI. Así lo hacen Estados como Querétaro o Zacatecas. 

También existe una necesidad de normativa técnica que ayude a contar con consideraciones comunes entre los distintos actores. 

Cabe mencionar que actualmente se cuenta con una industria automotriz fuerte, con 19 plantas de ensamblaje y cientos de unidades productivas que fabrican componentes. Es por ello que, en ese sentido el país se encuentra preparado.