México | Vehículos Eléctricos
lunes 30 de mayo de 2022
¿Podrá México alcanzar una industria nacional de vehículos eléctricos menos costosa?
El rubro autopartista sufre un incremento que innegablemente golpea a los precios finales y al consumidor. Desde el sector aseguran que, igualmente, las condiciones pueden llegar a mejorar si se consideran ciertos aspectos de la industria.
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El aumento de los costos en la industria autopartista ha tenido un impacto particular en la fabricación de vehículos eléctricos en México y, si bien estos incrementos pueden perdurar en el tiempo, expertos esperan que pronto se revierta la situación. 

“La inflación por la invasión rusa en Ucrania está causando problemas, incrementando el precio de muchas materias primas directa o indirectamente. Esto está teniendo un impacto en la industria y en el bolsillo de los consumidores”, advierte Francisco González, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA). 

Y agrega: “El incremento del precio de los coches se va a dar por el de las materias primas, como el litio, pero también otras más comunes y corrientes, como el acero”. 

Por otro lado, el problema mundial con los semiconductores, claves para la producción automotriz, no ha sido ajeno para México. 

“Allí no estamos entrando como país. Se necesita el ingreso de capital público para polos de atracción de talento y de desarrollo”, afirma.

En ese sentido, destaca la inversión de 2.000 millones de dólares de Estados Unidos para una planta en Ohio; o la de España, con 12.500 millones de dólares para el desarrollo del sector; o la de Alemania, con 30 mil millones de dólares. 

De hecho, en México, la falta de chips y semiconductores provocó una pérdida de 210.000 millones de dólares en 2021 a las armadoras, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). 

“Tenemos tratados comerciales que se han mantenido, mejorado o, por lo menos, fortalecido y aumentado muchos de ellos. Estamos activos en la industria y en los tratados comerciales”, resalta positivamente González. 

Sin embargo, aclara: “Luego hay una serie de puntos que complican y borran a México del mapa, como la certeza jurídica: cuidar a nuestros inversionistas actuales y mantener las condiciones que se firmaron en su momento”.

Al respecto, González explica que es esa certeza la que, por ejemplo, permite saber que la contratación de energía eléctrica será por varios años. Esto también se puede ver reflejado en las certezas existentes con las energías renovables porque “qué caso tiene tener automóviles eléctricos fabricados a base de combustóleo”, recuerda González. 

“También debemos mejorar la cadena que incluye a la academia, al Gobierno y a la industria; la cual tenemos bastante frenada. Tenemos el talento y debemos seguir desarrollándolo, para seguir atrayendo la inversión”, señala. 

Luego, añade: “Hay tecnologías que bajarán los costos. Esperamos que las energías renovables sean una de ellas, porque con la base de estructura energética actual la industria mexicana será más cara y tendrá más problemas. Se espera que el tema de los semiconductores a fin de año esté más normalizado”. 

Si bien el panorama es un tanto gris, sí se resalta que la industria manufacturera está igualmente ingresando última tecnología para lo que será la movilidad del futuro. 

“Se está trayendo tecnología de punta en la parte de manufactura. Las empresas que se instalaron en los diez últimos años en México son las plantas más modernas que existen de acuerdo al género, la marca y todas las condiciones y procesos. Las empresas armadoras que me tocó ver se instalaron con una tecnología impresionante”, cierra González, durante un webinar organizado por EY México.

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