La compañía importadora de vehículos eléctricos de última milla Industrias Zubiría trabaja en un nuevo proyecto a mediano plazo: instalar de la mano de BYD una planta ensambladora en el Estado de México. 

“Se ve muy factible. Ya se presentó un proyecto de infraestructura con el equipo de China”, adelanta Óscar Zubiría Manzano, director general de la firma, en diálogo con Portal Movilidad. 

Y agrega: “Estamos en una curva de aprendizaje, presentándonos con clientes y haciendo toda la promoción de los vehículos para que cuando tengamos una base podamos tener una planta de ensamblaje”. 

Desde hace dos años, ambas empresas trabajan a la par en el país vinculadas por las unidades eléctricas de logística. 

Industrias Zubiría, como integrante de una alianza con Element, entrega a sus clientes el vehículo BYD junto a un plan particular según las necesidades de cada comerciante. 

Considerando que cada vez son más las compañías que optan por este tipo de transporte cero emisiones, desde Industrias Zubiría contemplan de forma positiva la posibilidad de dejar de importar las unidades y tener una fábrica a nivel nacional. 

La decisión se ve motivada, además, por un inconveniente que podrían tener a futuro: la caducidad de la eliminación de la tasa cero de importación que hoy gozan los vehículos eléctricos. 

Cabe recordar que, en septiembre de 2020, todos los vehículos eléctricos en el país quedaron libres de aranceles hasta el 30 de septiembre de 2024. 

En ese sentido, Óscar Zubiría considera de gran apoyo a esta exención impulsada por el Gobierno, la cual le ha permitido mantener precios más bajos. Sin embargo, urgido por la fecha cúlmine de esta norma, decidió encontrar una solución que salte el paso de la importación. 

“Si este estímulo se termina dentro de sus cuatro años, tendremos que tener la planta de ensamblaje antes, pero no sabemos si el Gobierno va a extender esta tasa cero por más tiempo”, advierte Zubiría, asegurando que en 2023 deberán concretar su proyecto en caso de no observar intenciones de que la ley actual continúe. 

Asimismo, señala: “Como empresarios, para tener una planta de ensamblaje necesitamos apoyo del Gobierno. Requerimos que nos ayude a montarla, con soluciones en temas fiscales, apoyo a nuestros trabajadores y la importación de materia prima, para tener un vehículo cuyo precio no se encarezca y sea competitivo”. 

Por el momento, la planta está planeada para Estado de México o Ciudad de México, ciudades consideradas por la compañía como claves para su negocio, así como también lo son Guadalajara y Monterrey. 

“Lo importante es que esté en un sitio centralizado. México sigue siendo un país que trabaja mucho con la capital, entonces desde aquí creemos que podemos tener una distribución correcta”, indica.

Luego, concluye: “No hay que perder de vista que nuestros vehículos son de corto alcance. Fue muy importante haber detectado que hay cuatro o cinco ciudades que son nuestra punta de lanza. Allí es donde la movilidad eléctrica tienen que detonarse”.