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jueves 15 de diciembre de 2022
Planificación de carga: El paso vital para diseñar eficazmente una cochera de buses eléctricos
Francisco Vallecillos, CEO de Evectra, destaca las complejidades existentes a la hora de planificar, la infraestructura de recarga de una flota de buses eléctricos o camiones, la cual dista de aquella pensada para vehículos ligeros.
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Un vehículo pesado puede tener cinco veces la capacidad de baterías de un Tesla  y normalmente mucho menos tiempo para cargar, por lo que la potencia de carga necesaria es mucho mayor que en vehículos ligeros. Esa es una de las principales diferencias que salen a la luz al momento de planificar una obra de infraestructura de recarga de estas características.

A esto, se le suma otra complejidad, la cantidad de vehículos. En el sector de gran tonelaje, en la mayoría de los casos, se encuentran flotas con un número elevado de unidades, por lo tanto esta diferencia de potencia se multiplica por el número de unidades.

“Existe otra barrera, que es el entorno donde se hace esta recarga”, explica Francisco Vallecillos, CEO de Evectra.

Y añade: “Cuando proyectas las infraestructuras para un punto de recarga vinculado a un parking, lo llevas adelante en un área que está delimitada y de condiciones acotadas. Pero, cuando realizas una electrificación de autobuses, normalmente, se hace en una cochera industrial que está operando y está dando un servicio de movilidad”.

Cuando un punto de recarga particular falla quien se ve involucrado es solo un usuario, el cual cuenta con otras opciones para desplazarse. Pero si se trata de un problema en la cochera, se generará un inconveniente en un servicio urbano que provee de movilidad a toda la población.

En el sector del transporte, hasta la fecha el vector eléctrico se ha utilizado para energizar servicios auxiliares de las cocheras y oficinas (clima, iluminación, ventilación, tomas de corriente, etc.) los cuales no son realmente core de su modelo de negocio. Es importante aportar conocimiento en esta tipología nueva de infraestructuras ya que, con la flota electrificada, este vector se convierte en una pieza clave en el negocio.

“Desde Evectra lo que recomendamos y hacemos, es ofrecer un servicio integral de conocimiento desde el inicio hasta el final”, explica Vallecillos.

El primer paso del diseño de una cochera eléctrica consiste en analizar la ruta de los vehículos que se van a electrificar. Aquí entra en juego la etapa de “análisis del consumo energético” para poder conocer la energía necesaria y cargar en un tiempo determinado, marcado por el servicio prestado por los vehículos.

“Esto no acaba aquí porque si solo nos preocupamos por la instalación de ese momento para la flota actual, limitamos que ese servicio se expanda en el futuro”, explica Vallecillos.

Se debe evaluar la población actual de líneas para analizar probabilísticamente la energía y potencia requerida en el servicio futuro.

Entonces, con conocimiento de estos datos, se podrá tener bajo consideración la tecnología, la cantidad de puntos de recarga y la potencia necesaria para suministrar a la flota.

“Debemos inclinarnos a hacer un smart charging. Estamos hablando de mucha potencia y esto puede ahorrarnos inicialmente entre un 40 y 50% tanto en capex como en opex”, aclara el CEO.

Completada esta etapa, podrá iniciarse el proyecto de ingeniería, que para este tipo de infraestructura no es solamente un proyecto eléctrico.

Las características intrínsecas a las cocheras, requieren un proyecto global donde son necesarios conocimientos en obra civil, seguridad industrial, instalaciones, estructuras, movilidad, operación, etc., complejidades, a las que se le sumarán las burocráticas como licitaciones correspondientes, licencias, autorizaciones, suministros de energía las cuales se deben tener en cuenta en actuaciones de estas características.

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