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lunes 30 de agosto de 2021
Piden financiación para el reciclado de baterías de los vehículos eléctricos en España
Estas todavía no generan un problema por la media de su vida útil, pero con el aumento de este tipo de vehículos en los próximos años, señalan que también se deberá invertir en su gestión ambiental.
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Ante el creciente impulso al vehículo eléctrico, las baterías de estos podrían convertirse en una problemática en los próximos años, teniendo en cuenta que su vida útil media es de entre seis y ocho años.

Es por eso que otro tema que comienza a cobrar relevancia está relacionado con cómo se va a reciclar estos acumuladores de energía para que no se conviertan en otro problema medioambiental a futuro.

“Se trata de un mercado aún pequeño en España, pero con unas previsiones de crecimiento importantes, en paralelo al aumento del parque de este tipo de vehículos”, señalan desde Recyclia a Portal Movilidad.

Recyclia es una entidad sin ánimo de lucro que permite a los fabricantes e importadores de aparatos electrónicos, entre ellos baterías, cumplir con su obligación de organizar y financiar la recogida y el reciclaje de los productos cuando llega el fin de su vida útil.

La organización señala la importancia de que los fondos para el impulso de la movilidad eléctrica también se enfoquen en la gestión ambiental de las baterías empleadas en la cadena de valor de estos vehículos.

Es que, según resaltan desde Recyclia, al España no disponer de una planta de reciclado de baterías de vehículos eléctricos e híbridos propia, el invertir en incrementar la capacidad y reutilización de estos residuos contribuiría a solucionar la deficiencia de mercado.

Además, también permitiría cimentar una actividad con un potencial importante de creación de empleo de calidad, dada la magnitud que este flujo de residuos alcanzará en los próximos años.

Es que, según sus cifras, las baterías recicladas aumentaron un 500% en 2019 y un 136% en 2020, respecto a los años anteriores.

Asimismo, a juicio de la fundación, aportaría un importante valor añadido al sector de la movilidad eléctrica al reducir los costes de la gestión ambiental evitando su traslado a otros países.

La no necesidad de estos traslados supondría una notable reducción de emisiones de CO2 que se añadiría a las más de 450.000 toneladas que el Gobierno ha calculado se evitarían si España alcanza la cifra prevista de vehículos eléctricos en circulación en 2023.

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