La capital colombiana tendrá para fin de año 1.485 buses eléctricos, la flota cero emisiones más grande del mundo por fuera de China. 

Para abastecer a este número, Green Movil, que pertenece conjuntamente a FANALCA y TRANSDEV, contrató a Siemens para poner en marcha 119 Sichargers y 381 dispensers CCS para carga de vehículos eléctricos. 

Según Victor Córdoba, gerente general de la empresa, una de las mayores dificultades en este proceso consistió en comprender y llegar a un acuerdo para utilizar los beneficios tributarios existentes de buses eléctricos y su respectivo sistema de carga. 

“Hay unos puntos grises en la redacción regulatoria. Los beneficios tributarios eran para los cargadores, y nosotros no solamente tenemos cargadores sino que también dispensadores y subestaciones que forman al sistema de carga de buses”, comenta en el ciclo de entrevistas “Personalidades”, en diálogo con Portal Movilidad. 

Y agrega: “Teníamos los cargadores en Bogotá, pero no los podíamos despachar al patio para instalarlos porque activábamos inmediatamente los impuestos”. 

Actualmente, dentro de la normativa colombiana existen varios beneficios tributarios establecidos en la resolución UPME 463 de 2018 y Ley 1715 de 2014, que aplican para vehículos eléctricos de transporte público y todo lo que ello implica (batería, estaciones de carga, subestaciones para recarga), como la exclusión de IVA, exención de arancel, deducción de renta, entre otros.

Considerando los montos millonarios que invulcran al desarrollo de proyectos de estas magnitudes, la reducción de, por ejemplo, un 20% en las tarifas resulta clave para el financiamiento del plan.

“También hay un beneficio en la contribución eléctrica para buses eléctricos del 20%”, señala Córdoba.

Luego, considera: “Este era para el sistema de carga, pero ¿se incluye solamente lo que se le inyecta al bus o también lo que está alrededor para poder administrar la unidad? Porque tengo una energía que es administrativa, en la parte de las máquinas de lavado y en los servidores, por ejemplo”. 

En ese sentido, el gerente de Green Movil asegura que explicar estas cuestiones a las entidades que operan los beneficios tributarios “no fue un proceso fácil”. Sin embargo, finalmente “se logró”. 

Por otro lado, encontrar el financiamiento necesario tampoco fue tarea sencilla, aunque la compañía fue capaz, semanas atrás, de cerrar los créditos bancarios. 

Esto fue clave, teniendo en cuenta que se trata de una infraestructura muy costosa en un lote de 40 mil metros cuadrados. 

Allí el depósito vital preserva a los 406 buses, de los cuales hay 381 conectados, con 119 cargadores que alimentan tres o cuatro unidades. 

“Hubo problemas en la estructura de negocios, la cual generó algunos inconvenientes con las entidades financieras. La solución que dimos fue hacer una financiación multilateral entre una banca colombiana y una francesa”, indica.

Y concluye: “La dificultad mayor es que se tienen que poner de acuerdo dos bancos, con mecanismos de fondeo distintos. Nos tomó un año y medio hacer esa financiación. En nuestro caso se pudo hacer por la cantidad de buses que tenemos aquí”.

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