La empresa canaria busca expandir su oferta dentro de las islas y lo hará con dos metas: “ir a fondo” con su servicio de bikesahring eléctrica y sumar patinetes eléctricos compartidos.

David Formoso Ginzos, COO de Lovesharing, comenta las novedades a Portal Movilidad España. “Estamos teniendo un crecimiento exponencial en cuanto a la bicicleta compartida y su expiación comienza a verse”.

El modelo de negocio de la empresa parte de Domingo Alonso Group pasa por su aplicación para reservar vehículos temporalmente y se maneja bajo un modelo “all inclusive”. 

Para lograr la recarga de las motos cuentan con el servicio de Swapper, un equipo que se encarga de los cambios de hasta 50 baterías diarias.

Actualmente el servicio de sharing de bicicletas eléctricas está centrado inicialmente en hoteles. “Igualmente, cualquier persona que pase por la cercanía del alojamiento puede alquilarla por un día o por horas”, comenta Formoso.

Lovesharing tiene en mente instalar estaciones distribuidas entre Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Pero el objetivo, primero, está puesto en la isla más grande de la Comunidad Autónoma.

“Existe mucha capacidad de seguir optimizando el servicio y de seguir educando a los ciudadanos de Canarias, que tienen la particularidad de que son bastante cautivos de vehículos privados”, explica el COO.

La intención en concreto es alcanzar a otras islas, sobre todo, con el proyecto de bikesharing, que muestra gran flexibilidad y es un modelo que “puede encajar” en varios entornos diferentes.

“Por ahora no evaluamos saltar a la península con este servicio ni con el de motosharing, pero tampoco se lo puede descartar”, admite Formoso.

Añadiendo a su servicio de bicicleta compartida busca complementarlo ahora con patinetes eléctricos compartidos.

Pero, acerca de este nuevo segmento que se suma a Lovesharing, Formoso comenta que existió «bastante polémica» sobre el aparcamiento de patinetes, teniendo que limitar las zonas en donde se puede hacerlo.

Según comenta el COO hubo una serie de accidentes vinculados al uso de los vehículos en Santa Cruz de Tenerife, uno de los lugares donde más patinetes había en las islas.

“No hay tanta libertad como con la moto para aparcar, hay 20 ubicaciones concretas en la zona y se están intentando reducir. Existe esta polémica y es necesario que los operadores pongan herramientas y facilidades para dar solución”, comenta Formoso.

Comenta que gran parte se debe a que los patinetes quedan tirados en el suelo, mal aparcados.

A esto propone una solución impuesta en Alemania, donde el servicio de limpieza se encarga de recoger aquellos patinetes que estén en el suelo. Por lo que, Formoso le da gran importancia a la colaboración público-privada para que se eviten este tipo de inconvenientes.