Diego Pardow, ministro de Energía de Chile, explica a Portal Movilidad por qué no se concretaron algunos programas de electromovilidad previstos para el 2022 y realiza un balance de la gestión de la cartera a partir de la asunción del presidente Gabriel Boric.

¿Tenían planes o normativas de movilidad eléctrica que proyectaban cerrar en 2022 y no se concretaron aún?

Un aspecto cuya ejecución presentó ciertas complejidades guarda relación con la disponibilidad de vehículos eléctricos para algunos de los programas, que el Ministerio de Energía se encuentra ejecutando en conjunto con la Agencia de Sostenibilidad Energética.

¿Por qué no se dieron?

El escenario internacional con la pandemia aún vigente restringió la oferta a nivel mundial y todavía no está completamente normalizada, a lo que se suma la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha dado mayor incertidumbre a los mercados internacionales.

El aumento de la demanda internacional de vehículos eléctricos también afectó precios y stock de vehículos eléctricos para nuestro país, por lo que estamos realizando gestiones para que este año cumplamos con estos programas.

A grandes rasgos, ¿cómo califican la gestión desde de marzo hasta aquí considerando los avances en electromovilidad?

Nuestra evaluación es positiva. Sin embargo, tenemos importantes desafíos para el 2023.

El principal es que luego de reunir a gran parte de los actores más relevantes de electromovilidad, a través de la Mesa para el Avance de la Electromovilidad en Chile, podamos tener un insumo sólido para avanzar hacia nuevos paquetes legislativos que nos permitan seguir pavimentando el camino de la electromovilidad.

Asimismo, la entrada en vigencia de la Ley N° 21.505, que promueve el almacenamiento de energía eléctrica y la electromovilidad durante noviembre del año pasado es un gran primer paso en esta línea.

¿Cómo califican el avance en ventas de vehículos eléctricos?

Entre 2013 y 2021 ingresaron al parque vehicular 2.720 vehículos eléctricos (1.238 eléctricos puros, 593 híbridos enchufables, 867 buses y 22 camiones). En 2022, prácticamente se duplicó esta cifra, y a noviembre del año pasado, la cantidad aumentó a 4.712 (2.404 eléctricos puros, 1.017 híbridos enchufables, 1.210 buses y 81 camiones).

¿Esto superó las expectativas?

Es un avance importante, sin ninguna duda, pero desde el Ministerio de Energía creemos que aún existe un espacio importante para avanzar en diversas iniciativas que permitan extender aún más la movilidad eléctrica en nuestro país, de manera descentralizada y eficiente.

¿Cómo califican el avance en infraestructura de carga pública?

Es una condición sine qua non para acelerar la penetración de vehículos eléctricos. Actualmente, de las 346 comunas del país, 248 no tienen acceso a cargadores (más del 70%).

Por otra parte, los cargadores instalados se concentran en la zona central del país, donde de un total de 299 de instalaciones de tipo pública, 230 están instaladas entre las Regiones de Valparaíso y el Maule, de las cuales, además, 182 están en la Región Metropolitana.

¿Y en privada?

A nivel nacional hay declaradas 333 instalaciones de este tipo (que también se concentran en la zona central de nuestro país). De esta manera, la expansión de este tipo de instalaciones se torna como condición necesaria para un despliegue descentralizado de la electromovilidad en nuestro país.

¿A qué conclusión arriban según los datos del mercado de 2022?

Dicho lo anterior, la expansión de la infraestructura de carga es una de las principales prioridades del Ministerio de Energía en materia de electromovilidad. Actualmente estamos trabajando en distintos proyectos que nos permitirán llegar a zonas del país que hoy no cuentan con infraestructura de carga pública.

Esta expansión, además, se complementará con el desarrollo de infraestructura de carga que realice la industria, siendo fundamental la colaboración público-privada en este ámbito.

¿Qué mirada tienen del sector atendiendo a que la participación en ventas de vehículos eléctricos aún no alcanza el 1% y debe ser del 100% en 2035?

El camino para alcanzar el 100% de ventas de vehículos livianos y medianos requiere de diversas condiciones habilitantes que con el tiempo se irán robusteciendo, por lo que nuestra tarea es generar condiciones armónicas para que esto suceda de manera ordenada y rápida. Por ejemplo, necesitamos contar con mayor oferta de vehículos (más variedad y precios más bajos, por ejemplo).

Otro elemento fundamental, como se señaló anteriormente, es contar con infraestructura de carga robusta a lo largo y ancho de nuestro país.

Sumado a lo anterior, debemos entregar más y mejor información a la ciudadanía respecto a los beneficios de la electromovilidad, derribando ciertos mitos o desinformación asociada a este tipo de tecnologías.

Además, existen otros factores, como, por ejemplo, aspectos culturales, o la curva de adopción tecnológica, en el sentido de que, a medida que el ecosistema de la electromovilidad se robustezca, tendremos una mayor cantidad de ventas de vehículos eléctricos.