La Comisión Nacional de Energía presentó el Plan Energético Nacional (PEN) 2022-2036 que, basado en proyecciones de oferta y demanda, orienta las políticas a ejecutar en el sector durante los próximos años. 

Considerando que, de 2018 a 2020, el parque vehicular eléctrico del país pasó de comprender 250 unidades a 2.000 aproximadamente, el segmento del transporte es considerado tema de interés dentro de la estrategia gubernamental.

Sin embargo, según el documento, las cifras no generarían un problema en la red eléctrica por el momento.

Si bien destaca los beneficios tributarios y estímulos que permitieron este crecimiento, el cual está compuesto mayoritariamente por “vehículos de segunda mano importados”, el número de unidades con esta tecnología no es mayoritario y aún resta tiempo para que eso suceda. 

Entre las facilidades, se encuentra la ley 103-13 de incentivos a la importación de vehículos de energía no convencional, la cual contempla una reducción en los impuestos de importación y registro de primera placa del 50%.

Además, la corta distancia desde la capital a cualquier otro punto de interés, las tasas preferenciales de financiamiento y el sostenido crecimiento que ha tenido la infraestructura de carga han fomentado la adopción de estas tecnologías. 

Igualmente, asegura que, pese a esto, los principales concesionarios no han tomado la iniciativa de traer al país unidades de estas características. Por el contrario, sólo algunas de nicho lo han hecho. 

Según indica el plan, ni la meta de 500 cargadores con el cual se comprometió la empresa Evergo podría desestabilizar la red. 

Si se considera una distribución del 25% para cargadores nivel 3 y 75% para aquellos nivel 2, la capacidad de demanda que podrían llegar a representar estos cargadores sería cercana a los 9 mW. 

“Esta capacidad adicional no representa un riesgo para la correcta operación del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) a nivel general, ni siquiera para las redes de distribución”, indica el PEN.

Y agrega: “Esto es debido al nivel de atomización que tienen las instalaciones. Sin embargo, sí es necesario colocar especial atención en la inserción de este segmento del transporte debido a su rápido crecimiento”. 

De hecho, pese a que las motocicletas y los monopatines conforman el segmento de mayor auge y tienen un gran futuro cero emisiones, su potencial electrificación tampoco sería un problema.

“El potencial impacto es mínimo respecto al que causaría una alta inserción de autos, autobuses, o vehículos de carga debido a que las motocicletas no requieren de estructura especial para recargar su batería y su motor es considerablemente más pequeño”, indica el PEN.