Iberdrola hoy en día cuenta con cerca de 1500 de puntos de carga de acceso público para vehículos eléctricos en España, sin embargo desde la empresa destacan que «el problema son los permisos para poner cargadores en distintos lugares de la calle”.

Así lo afirmó Agustín Delgado, Director de Innovación y Sostenibilidad de la compañía, en el evento Route Zero organizado por The Climate Group en la COP26.

En ese sentido sostuvo que desde la empresa están diseñando una red segura para cargar pensando en las necesidades que los usuarios tienen una vez que adquieren este tipo de vehículos.

“Estamos buscando la manera de abastecer a los usuarios que tienen vehículo eléctrico pero no la posibilidad de cargarlo en casa”, manifestó el ejecutivo y para ello, la empresa está construyendo una red.

Delgado, a su vez, asume que las grandes construcciones como restaurantes o malls no deberían ser un problema para este tipo de medios de transporte ya que todos esos sitios pueden funcionar como una estación de carga.

Asimismo, mencionó la búsqueda que la compañía se encuentra llevando a cabo para poder instalar cargadores rápidos en ciudades para que en sólo 15 minutos los consumidores puedan lograr una autonomía para un máximo de dos semanas.

Mientras tanto, en cuanto a la innovación que se está desarrollando en Iberdrola, Delgado afirmó que están trabajando en las cargas ultrarrápidas.

Una gran apuesta es la instalación para transporte pesado. “Con un mega watt, los camiones podrán cargar y andar otros 400 kilómetros”, opinó.

“Estamos en camino de desarrollar esta infraestructura, y creo que es el siguiente nivel para remover uno de los problemas que es la ansiedad por la autonomía”, reveló el directivo.

Asimismo, Delgado concuerda con los distintos estudios realizados que sostienen que para el 2025 un coche eléctrico va a ser competitivo, o aún más barato, que uno de motor a combustión interna.

Los planes a futuro de Iberdrola

El fabricante de puntos de recarga anunció hace apenas un mes la instalación de estaciones en las principales autovías y corredores de España,  donde se espera que haya una cada 50 kilómetros.

Este plan, cuya implementación comenzó en 2020, tendrá una inversión de 150 millones de euros y se prevé la finalización en el 2023, año en el que estiman llegar a los 150.000 puntos de recarga.

En ellos, los usuarios tendrán la posibilidad de cargar con potencias ultrarrápidas de 350 kW, super rápidas 150 kW, rápidas con 50 kW y semi rápidas de unos 22 kW.