La electromovilidad avanza en Colombia y el transporte público no es ajeno, por tanto, el sector de los taxis jugará un rol importante al momento de electrificar la flota.

Pero, para Hugo Ospina, reconocido líder de los taxistas, no es el momento: “No vamos a cambiar ni por eléctricos ni por combustión fósil porque hoy cualquier carro privado de 5 millones de pesos o dos puertas está prestando el servicio como si fuera un taxi y cobrando las tarifas que se le dá la gana”.

Este reclamo está dirigido al anuncio del Gobierno Nacional que busca regular el servicio de las plataformas de transporte. Son 24 las empresas de este tipo que solicitaron los permisos del Estado para funcionar de manera legal.

“El gobierno nacional tiene que inmediatamente combatir el transporte informal” y “no vamos a renovar la flota porque aquí no hay ningún control”, fueron algunas de las frases que Ospina dejó en diálogo con Portal Movilidad.

Específicamente sobre la posibilidad del traspaso a la tecnología eléctrica, según el referente, son varias las razones que hoy obstaculizan el cambio más allá del reclamo mencionado.

Por ejemplo, Hugo Ospina sostiene que no tienen seguridad jurídica ni confianza inversionista para migrar a tecnologías cero emisiones.

Por otra parte, se le manifestó al presidente Gustavo Petro y al ministro de Transporte, Guillermo Reyes, una petición para que a los vehículos eléctricos se le bajen los aranceles, el IVA y todos los impuestos que deben pagar las unidades importadas. Esto, atendiendo a que poder migrar a esta tecnología cuesta aproximadamente entre 140 y 150 millones de pesos, un orden de entre 30 o 35 mil dólares.

“Nosotros aceptamos el cambio, nos gusta la idea de migrar a tecnologías cero emisiones y acabar con la combustión fósil que va encaminado al programa de gobierno de nuestro presidente de la República”, manifestó Hugo Ospina.

Y agregó: “La idea nuestra es continuar con la chatarrización, que el que quiera ingresar un vehículo eléctrico tenga que chatarrizar un taxi viejo y con ese permiso ingresar un taxi eléctrico nuevo”.

Sobre la experiencia del sector en electromovilidad, recordó un proyecto piloto que se realizó cuando el actual presidente era alcalde de Bogotá y mencionó: “Al comienzo fue muy difícil porque los pintaron de un color que no era identificable al usuario, porque los repuestos eran demasiado costosos y no hubo cómo prever de que si se dañaba una pila al vehículo se reemplace”.

“No sabíamos que valía más la pila que el mismo carro. Cuando nos aseguraban los carros no nos incluían el valor de la pila del vehículo”, cerró sobre ese caso puntual.