Hoy en día están en debate y desarrollo las aplicaciones del hidrógeno verde para la descarbonización del transporte. Desde Ecodes, organización independiente sin fines de lucro que trabaja hacia un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente, dejaron bien en claro su postura: no al hidrógeno en el transporte en carretera.

¿Por qué?  Cristian Quílez, del Área de Políticas Públicas y Gobernanza Climática de Ecodes, explica a Portal Movilidad: “Necesita electricidad renovable para su producción y no tiene sentido sumar un proceso para potenciar algo que ya tiene una solución tecnológica”.

“Necesitaríamos una superficie como Dinamarca destinada únicamente para la generación de electricidad para el hidrógeno verde por lo tanto consideramos que se debe reservar para el aéreo o marítimo”, se explaya.

Desde la organización se promueve la electrificación con vehículos a batería de litio de la movilidad urbana liviana, transporte de mercancía de última milla, media y larga distancia más el ferrocarril.

No obstante, admite que para los segmentos de carga media y pesada es más complejo el avance de la descarbonización porque no hay modelos disponibles que transporten y rindan lo mismo que uno a combustión interna.

“En España las empresas están abiertas a incorporar movilidad eléctrica, pero no es igual la visión de la descarbonización que la de los negocios. Por eso optan por soluciones que no les implique un incremento desmesurado de los costes como el dúo tráiler que reduce el 30% las emisiones o el gas que para nosotros no es un combustible limpio”, indica Quílez.

En esta línea es importante aclarar que España cuenta con la “Hoja de Ruta del Hidrógeno: una apuesta por el hidrógeno renovable”. Con esta planificación, el Gobierno impulsa el despliegue de este vector energético sostenible, que será clave para que se alcance la neutralidad climática, con un sistema eléctrico 100% renovable, no más tarde de 2050.

Por otro lado, destaca: “Poner trenes a hidrógeno es una opción para ahorrar inversiones en la mejora de infraestructura y electrificación porque conlleva más responsabilidades a las entidades públicas y es admitir que hay líneas abandonadas”.

Asimismo, vale recordar que en este último tiempo el Estado se está dotando de un marco estratégico para la aplicación de los fondos de recuperación destinados a la movilidad eléctrica.

Se estima que para los 5 millones de vehículos eléctricos que se proyecta poner en las calles según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima serán necesarios 12 mil millones de euros en inversión para infraestructura de carga.

En ese sentido, el vocero de Ecodes indica: “La inversión no tiene que ser solo del Estado, deben sumarse las empresas, pero es cierto que debe comenzar el Gobierno y el costo político de medidas fiscales será muy elevado en función de cómo se tomen, expliquen y qué alianzas se establece”.

“España está en un momento clave para la movilidad eléctrica, no solo por la transformación industrial sino también a nivel ciudadanía. Hasta el año pasado los vehículos eléctricos no eran considerados una opción, el cambio se debe al Pacto Verde Europeo y la Estrategia de Movilidad Sostenible de Europa”, agrega.

También vale mencionar que el Pacto Verde Europeo establece un plan de acción para impulsar un uso eficiente de los recursos mediante el paso a una economía limpia y circular y restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación.

En tanto, la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente de la Unión Europea pretende guiar y sentar las bases de la necesaria transformación hacia la sostenibilidad y la digitalización que debe emprender el sector de la movilidad y el transporte en los próximos años.