Guatemala | Opinión
jueves 22 de octubre de 2020
Opinión: Semana de la Movilidad Sostenible
Juan Carlos Botrán Presidente de Junta Directiva de AMEGUA
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Hace unas semanas, específicamente del 16 al 22 de septiembre, se celebró la semana de la Movilidad Sostenible.  Esto, con el objetivo de generar mayor atención a uno de los factores que más afecta a las comunidades y al mundo en general, como lo es la movilidad.

La movilidad siempre ha sido de suma importancia para las personas.

Ya sea con propósitos personales, comerciales o profesionales, la movilidad siempre ha sido un aspecto importante en la vida del ser humano. A partir de la revolución industrial, la infraestructura vial se volvió indispensable para el desarrollo de los países. Si bien el transporte marítimo creció en importancia, el transporte vial tomó absoluta relevancia ya que todos los productos debían ser movilizados en algún momento, por vía terrestre, así como las personas debían movilizarse para acceder a nuevas y mejores fuentes de trabajo.

El desarrollo económico empezó a ser evaluado en función de la cantidad de vehículos que circulaban por las calles, o la cantidad de kilómetros de carreteras que eran construidas al año.  Como era de esperarse, todo el aparato económico se volcó a promover la mayor cantidad de vehículos posibles, y es por eso que hoy vemos muchas ciudades diseñadas con un enfoque en facilitar el tránsito vehicular.

El efecto del exceso:

Esto funcionó durante algún tiempo, hasta que se cumplió el dicho que “todo en exceso es malo”.  Poco a poco las comunidades empezaron a sufrir los problemas de “demasiados vehículos”.  Esto se puede ver desde varios puntos de vista.  Empezó con un incremento en las muertes causadas por accidentes viales; inclusive lleva más de una década de ser considerado una pandemia mundial (se estiman más de 1.5 millones de muertes y 50 millones de lesionados anuales durante los últimos 15 años). Luego, ciertas ciudades empezaron a mostrar señales de deterioro en la calidad de vida de sus habitantes dado el alto nivel de transito que existía.  Esto generó problemas en la calidad del aire y conllevó repercusiones en la salud de las personas.

Tuvieron que pasar muchos años, fallecidos y lesionados en siniestros viales, horas perdidas y pulmones deteriorados para que nos diéramos cuenta de que el sistema que se había creado estaba deteriorando de múltiples maneras a la sociedad y sus ciudadanos.  Y es de allí que nace la necesidad de cambiar el enfoque de la movilidad y empujar hacia un esquema y concepto de una Movilidad Sostenible.

¿Cómo se ve una Movilidad Sostenible?

Con los años, el término ha ido incorporando nuevos conceptos que han tomado cada vez mas relevancia. Para facilidad de manejo, se ha dividido en tres áreas, que todo sistema de movilidad debería incluir:

  1. Impacto Social. Sin duda, la movilidad es una necesidad básica de todos.  Desde una vista muy amplia, un sistema de movilidad debería de proveer a todo ciudadano una alternativa segura, eficiente y digna de incorporarse a las actividades requeridas para un efectivo desarrollo, tomando una particular atención a aquellas personas con condición más vulnerable como los son niños, adultos mayores y personas con discapacidades físicas.
  2. Impacto ambiental. Está ampliamente analizado el efecto que la movilidad ha tenido en el medio ambiente, particularmente en términos de la emisión de gases de efecto de invernadero.  En este sentido, una movilidad sostenible debería reducir el uso de vehículos y generar una mayor promoción de utilización de bicicletas y patinetas como medio principal de movilidad.  En caso de requerir transportarse una distancia más larga, que el medio a utilizar y se encuentre disponible sean vehículos menos contaminantes, tal como los vehículos eléctricos.
  3. Factor económico. Obviamente, el aspecto económico siempre es un factor importante por considerar, sobre todo en un concepto tan amplio como la movilidad.  Definitivamente un sistema de movilidad sostenible debe de permitir la incorporación de personas de escasos recursos, sin causar pérdidas insoportables para las entidades que proveen el servicio. Un sistema de transporte eficiente tiene la capacidad de incorporar a mayor cantidad de personas a la fuerza laboral lo cual genera un impacto positivo en la economía del país.

Quizás suena un tanto utópico el concepto de la Movilidad Sostenible.  Si, generalmente lo vemos en países y ciudades desarrolladas que han trabajado consistentemente durante muchos años y por eso lo vemos muy lejos o difícil. Sin embargo, el primer paso para alcanzar este objetivo es CREER que sí podemos vivir de mejor manera de lo que hemos hecho hasta ahora.  Sin este primer paso, siempre seremos el obstáculo más grande para lograrlo. Con este convencimiento, debemos utilizar todos los recursos disponibles (económicos, humanos, tecnológicos, etc.) para hacer realidad esta visión.

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