Muchos se hacen esta pregunta con la llegada masiva de la electromovilidad y la verdad es que tienen una gran parte de razón. Las estaciones de servicios van a desaparecer cómo las conocemos en la actualidad.

El comportamiento de carga de un vehículo eléctrico es totalmente distinto a uno de combustión. Por mencionar algunas diferencias clave: un auto eléctrico que se carga con el cargador que viene de fábrica demora en cargarse entre 8 y 15 horas versus los 5 o máximo 10 minutos que puede tomar llenar el estanque de combustible de un vehículo que utiliza gasolina o diésel. Y con carga “rápida” entre 40 minutos y 1 hora.

La adopción de la electromovilidad implica mucho más que un cambio de tecnología, sino también un cambio drástico en el comportamiento del usuario. Este tendrá que programarse mucho más para realizar la carga debido a que debe considerar una cantidad de tiempo relevante.

Por lo mismo un vehículo eléctrico (EV) debería tender a ser recargado en los momentos en que no es utilizado para reducir la pérdida de tiempo del usuario, y que realmente a ninguno de nosotros nos sobra.

¿Qué implica esto para las estaciones de servicios? Como bien dijo Lorenzo Gazmuri en 2018 “Cuando esto se masifique, la estación de servicio será una alternativa, pero no la única”.

Las estaciones de servicio tendrán una larga lista de competidores, especialmente en los lugares donde las personas dejan su vehículo estacionado durante largos periodos de tiempo. Estos lugares son obviamente los hogares y por eso como Enérgica City hemos dado mucho énfasis en esta oportunidad que existe para la industria inmobiliaria, pero además en otros lugares como oficinas, centros comerciales y hoteles. En dónde existe un número relevante de personas que llega al lugar en su vehículo y lo deja en el sitio subutilizado ya sea porque se encuentra trabajando, realizando sus compras o pernoctando.

Por otro lado, según un estudio de Atlas Public Policy, se estima que casi el 50% del mercado de recarga EV sea carga residencial ya sea en un hogar particular o de un complejo residencial multi unidad. Esto sólo nos dice que la mitad del mercado de recarga se fugará de las estaciones de servicio hacia los hogares.

¿Seguirán siendo tan rentables entonces las gasolineras? Siempre y cuando sean capaces de agregar otros valores agregados fuera del combustible o la energía eléctrica, sino puede que se transformen en un nuevo Blockbuster.

Las estaciones de servicios probablemente debido a esto tengan en el mediano plazo una mayor relevancia a la hora de cargar su vehículo en viajes interurbanos, más largos y en los que no siempre el usuario tiene un lugar donde parar para cargar, es decir, en carreteras. Pero incluso, en un plazo más largo (5-10 años) puede que ahí también pierdan relevancia si pensamos que hoy cualquiera con un enchufe y acceso a la corriente eléctrica es un potencial ofertante de recarga EV.

Hoy, el trono de estos grandes ofertantes de combustible está en juego, pensando que tan sólo en 4 años se estima que un vehículo eléctrico valga lo mismo que uno a combustión.  Con una paridad de precios los consumidores van a estar entonces muy tentados a preferir este tipo de transporte más limpio, moderno y económico.

La tecnología avanza a pasos agigantados y es fundamental tomar las decisiones correctas para subirse a la ola a tiempo. Una decisión errónea puede traer consecuencias absolutamente devastadoras. Esto no es algo revolucionario ni nuevo, lo hemos visto en innumerables casos internacionales de empresas que no supieron tomar las riendas y adaptarse a los nuevos tiempos como Kodak, Nokia, Xerox, BlockBuster e incluso en empresas nacionales como Feria Mix.

La diferenciación y otros servicios diferentes a la recarga eléctrica es lo único que puede salvar a los grandes que alguna vez dominaron el mercado energético automotriz.