Argentina | Opinión
sábado 19 de septiembre de 2020
Opinión movilidad: La realidad comienza a expresarse: es la física, estúpido
Maximiliano Neri Presidente MOVI Rosario
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En los últimos tiempos parece haber una luz al final del túnel en poder resolver el desafío de la transición a la movilidad ya que siempre es importante reconocer el problema para encontrar la solución.

Muchas voces comienzan a expresar a viva voz lo que comentábamos en columnas anteriores. La imposibilidad de electrificar todo vehículo que integre en mayor o menor medida a la movilidad, parece ser un tópico en crecimiento.

El último en expresarse en este sentido ha sido Bill Gates, que aunque sesgado en algunos conceptos pone sobre la mesa la imposibilidad de la electrificación total de los medios de transporte.

Coincidiendo en gran medida con su opinión es que intentaremos clarificar algunos conceptos que nos permitan entender el por qué detrás de la imposibilidad de electrificar toda la movilidad con baterías.

En primer lugar tenemos que volver al punto de partida que nos impulsa a trabajar sobre una transición en la movilidad.

Los drivers fundamentales que impulsan esta transformación son la lucha contra el cambio climático a través de la disminución de los gases de efecto invernadero y la salud pública disminuyendo la polución de aire, aunque esta última no sea la más promocionada.

Para entender lo importante de este segundo driver podemos decir que uno de los epicentros más importantes de esta transformación se ha dado en el estado de California y es allí donde la salud pública era lo que preocupaba por aquellos años noventa donde vimos nacer a uno de los primeros vehículos eléctricos modernos que fue el EV1 de GM, historia que merece una columna aparte ya que el vehículo se comercializó entre 1996 y 1999 y fue retirado intempestivamente del mercado.

Los vehículos 100 % batería han copado la escena por la necesidad de tomar un atajo en la solución y seguir con la inercia del desarrollo tecnológico único y monolítico como mencionamos en columnas anteriores.

También, esta solución simplifica muchos problemas técnicos, pero es importante indagar si realmente cumple con los objetivos que nos planteamos al principio.

Si nuestro objetivo es la disminución de la polución allí los 100% eléctricos se encargan de mostrarnos todas sus virtudes. El simple hecho de no tener caño de escape y asemejarse a los autitos eléctricos con los que jugábamos de niños encarna una de las principales ilusiones de la transformación. Pero debemos ser más profundos en nuestro análisis. ¿De dónde vienen las baterías? ¿Cuántas debemos usar? ¿Cuál termina siendo la eficiencia real de este tipo de transporte?

Cada una de esas preguntas merece un debate a parte pero hay uno que es simple de abordar, la densidad energética.

El peso de una batería como menciona Gates en uno de sus argumentos es muy ineficiente comparado con la energía que almacena.

La batería termina siendo el meollo de la movilidad 100% eléctrica. Allí comienza y termina toda la discusión y es aquí donde también tenemos que mirar con cuidado.

A continuación graficamos las relaciones de volúmenes y pesos de algunos combustibles líquidos y las baterías:

La gran esperanza está volcada en la cantidad de energía que pueda acumular una batería y es allí donde debemos prestar atención. Muchos plantean que el desarrollo tecnológico exponencial al cual nos tienen acostumbrados el mundo de la informática nos llevará a un camino que termina en una batería que acumule una gran cantidad de energía.

Bueno, aquí quiero contarles una novedad, la física no es la informática. Las leyes de la física nos dan un marco de existencia en el cual los límites son muy estrictos y es allí donde se diferencia de la informática y la reconocida ley de Moore que en 1965 afirmó que el número de transistores por unidad de superficie en circuitos integrados se duplicaba cada año y que la tendencia continuaría durante las siguientes dos décadas.

Será por sus orígenes de la industria de la informática y el software y desarrollar sus ideas en el valle de silicio que Elon Musk parece no entender las leyes de la física y reniega de los límites que el universo pone a la tecnología que creamos. Enviar cohetes al espacio es una proeza lograda por la humanidad hace décadas, no hay nada de nuevo en eso.

Así como las emisiones de los gases de escape fueron un problema inherente e insoslayable en la tecnología de motores de combustión interna, la limitación en la acumulación de energía de las baterías lo será para el futuro.

Por otro lado siempre vemos que las baterías son presentadas en $ por kwh de acumulación cayendo nuevamente a los errores anteriores. Si la ecuación económica cierra vamos adelante con la tecnología pero otra vez estamos despreciando la visión integral de los costos ambientales.

Es por esto que las declaraciones de Bill Gates son de una resonancia mayúscula. Nos muestra que las baterías pueden ser utilizadas en vehículos de pequeño porte, pero de ninguna manera resolverá el problema de las cargas pesadas y las largas distancias.

Debemos entender que el problema debe ser abordado de manera segmentada y desarrollar soluciones que resuelvan el problema por partes. Segmentar la transición a la movilidad en corta, media y larga distancia y carga liviana y pesada es fundamental.

Es importante comprender que disminución de gases de efecto invernadero y disminución de la polución en las ciudades merece estrategias distintas en función al énfasis que quiera darse a cada una de ellas.

¿Hasta cuándo vamos a seguir evadiendo que la electrificación total no está siendo una realidad?

¿Hasta cuándo vamos a ignorar que el transporte de carga por camiones, trenes y barcos esta fuera de la escena de los grandes debates y nadie parece reconocer que allí hay un gran problema?

Por último quiero decir que parece justo que uno de los responsables de la transformación tecnológica que revolucionó el mundo como es Bill Gates nos ayude a equilibrar el discurso único de otro gran personaje del valle de silicio como el Sr. Musk.

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