Siempre digo que la dificultad que hay para masificar hoy los autos eléctricos es como el problema del huevo o la gallina.

¿Por qué, pese a que hoy en día tienen precios bastante competitivos y llenos de atributos positivos para el usuario final, los vehículos eléctricos aún no son la norma?

Es claro que para que una persona realmente compre un auto eléctrico debe poder cargarlo y eso no es tan sencillo como cargar un smartphone. ¿Alguien se ha fijado que en los estacionamientos de los edificios no hay ningún enchufe? Por eso ocurren algunas veces situaciones como la siguiente:

Y, haciendo la pregunta inversa: ¿Por qué las empresas no están invirtiendo en infraestructura de carga?

Hay excepciones como Copec o Enel X pero las predicciones dicen que la carga de los vehículos livianos se encontrará principalmente en edificaciones en donde los automóviles pasen un buen tiempo estacionados: hogares, empresas, hoteles y centros comerciales.

La respuesta es: hoy no es rentable poner infraestructura de recarga EV porque los clientes no lo están pidiendo.

Así es: muchos clientes incluso piensan que los autos eléctricos tienen motores a combustión, saben que es algo que se va a venir pero lo ven mucho más lejano de lo que en realidad es. Y me ha quedado más claro aún después de la experiencia que tuvimos en la Aceleradora de Electromovilidad Inmobiliaria en la que conversando con diferentes desarrolladores llegamos a la conclusión de que es algo que será muy relevante en los próximos años, cuando este tipo de automóviles alcance la paridad de precio con su antecesor a combustión pero que sus consumidores aún no lo están pidiendo pues no tienen esa mirada tan de largo plazo.

Esto me llevó a preguntarme: ¿por qué ocurre esto? ¿Cómo es posible que desarrolladores inmobiliarios, empresas de combustible y el Ministerio de Energía vean la electromovilidad como algo que está a la vuelta de la esquina y, por otro lado, los ciudadanos comunes tengan una percepción de una adopción de esta nueva tecnología mucho más lenta?

La clave son las limitaciones de la información que existen, los profesionales y especialistas de esta industria vemos los significativos avances todos los días, en nuestra red, en medios especializados, en reportes, seminarios y nos llenamos de satisfacción y compartimos cada avance pero en los medios masivos de comunicación, en las comunicaciones de industrias completas como la inmobiliaria o la del comercio se habla poco y nada del tema.

Por eso, estas industrias y no sólo las estaciones de servicios y las empresas de energía son las que más deben hacer el llamado para promover los puntos de carga en la ciudad, especialmente en espacios residenciales, edificios comerciales y públicos.

Para ello podemos partir por cosas pequeñas, canalizaciones y puntos eléctricos sin mayor infraestructura, comunicaciones de los beneficios para los consumidores, hacer mensajes coordinados como industria, armar pequeños pero innovadores pilotos como los que hemos estado desarrollando en la Aceleradora de Electromovilidad Inmobiliaria para que de a poco el consumidor se vaya familiarizando con esta nueva tecnología y la mejor calidad de vida que le va a entregar.

¡Los invito a subirse a este nuevo movimiento! Y si no saben por dónde empezar estoy siempre disponible a conversar al respecto y orientarlos de cuáles pueden ser los pasos a seguir para montar esta nueva ola.