Medellín (Antioquia) tiene hoy una participación del 60% del total del parque automotor de vehículos eléctricos conectables (EV + PHEV) en Colombia, mientras que sólo participa con menos del 20% del total del parque automotor del País.

A su vez Colombia ha incrementado notablemente su participación en las ventas de vehículos eléctricos, llegando a obtener cerca del 40% de las ventas totales realizadas en Latinoamérica y el Caribe; ¿Cuál es la clave? “El concurso de todos los actores y el liderazgo de la Empresa de Energía Eléctrica (EPM – Caso Medellín)”.

A finales de la década pasada, EPM dentro de su ejercicio permanente de vigilancia tecnológica, identificó que por parte de las compañías productoras del sector automotriz comenzaban nuevamente a incursionar en el diseño y desarrollo de prototipos de vehículos eléctricos y en algunos casos la comercialización de los mismos.

Hacia el año 2009, EPM se da a la tarea de profundizar en el tema y responder a un sin número de preguntas que se podrían resumir en dos: ¿qué podría suceder con la prestación del servicio de energía eléctrica si se diera una masificación de los vehículos eléctricos en su área de influencia?, ¿cuál es el papel que una compañía como EPM, prestadora de servicios públicos (entre ellos el de energía eléctrica), debería tener para que la movilidad eléctrica fuera una realidad?

Como respuestas a estas preguntas, se obtuvo primero un parte de tranquilidad, porque se concluyó que, de darse una masificación de los vehículos eléctricos, no se vería afectada la calidad del servicio de energía eléctrica y que las inversiones adicionales que se requerirían para cubrir la demanda no representaban esfuerzos muy importantes dentro de los planes de expansión e inversión de la compañía.

La respuesta a la segunda pregunta, posteriormente validada en otra consultoría, consistió en que EPM más que ser un actor dentro del ecosistema, era la empresa llamada a convocar a todos los actores que hacen parte del mismo.

Entendiendo este rol de liderazgo, EPM a mediados del año 2015 toma la decisión de estructurar al interior de la compañía un programa de movilidad eléctrica, cuyo objetivo general definido fue: “Convertir a EPM en el promotor del ecosistema de la movilidad eléctrica en todas sus áreas de influencia”.

Lo primero que realiza EPM a fin de lograr el objetivo planteado, es la identificación de los actores del ecosistema con los que era indispensable trabajar y como resultado concluye que para estructurar el ecosistema de la movilidad eléctrica requiere de:

– Las empresas prestadoras del servicio de energía eléctrica, para que diseñen y pongan al servicio de los clientes, ofertas que eliminen la barrera de la carga y ofrezcan confianza para los usuarios de la tecnología.

– Los proveedores de vehículos, para que homologuen y pongan en oferta la mayor cantidad de modelos de vehículos con toda la estructura de repuestos, talleres y capacidades de la gente para generar confianza.

– Los Proveedores de equipos de carga, para que desarrollen y comercialicen equipos de carga homologados, con garantías de operación y respaldo.

– Las Entidades financieras, para que creen líneas de financiación para los vehículos eléctricos preferiblemente con condiciones blandas.

– El Gobierno Nacional, para que promueva un marco normativo que incentive a todos los sectores, (productores y comercialización de equipos de carga y vehículos, la academia, las empresas del sector eléctrico, los entes territoriales, entre otros) a vincularse y disponga recursos para ello.

– El Gobierno Municipal, para que al igual que el Gobierno Nacional, promueva un marco normativo local que permita desarrollar el ecosistema en aspectos como la promoción de la tecnología eléctrica en sectores de transporte público masivo e individual y uso del espacio público.

– Las entidades aseguradoras, para que generen las condiciones para la asegurabilidad de los vehículos con tecnología eléctrica y preferiblemente lo hagan a precios especiales.

– Los clientes/usuarios, para que se den la oportunidad de acercarse a la tecnología, desmitificar algunos paradigmas que aun persisten en muchos de ellos y tengan consciencia del aporte que como usuario pueden hacer a la calidad del aire de las ciudades.

– Los líderes de opinión, para coadyuvar a legitimar ante los clientes las ventajas de la tecnología.

– Los transportadores, para que igualmente se den la oportunidad de conocer de primera mano la tecnología y a partir de su canasta de costos trabajen en equipo con los demás actores en la identificación de formulas y modelos de negocio que viabilicen la operación usando la tecnología eléctrica.

En este caso y siendo EPM quien tomó la iniciativa de promover el ecosistema de la movilidad eléctrica, estaba llamado a dar el primer paso y poner la primera piedra en lo que le compete; esto es, en su rol de prestador del servicio de energía eléctrica, eliminar la barrera del suministro del energético mediante el diseño y desarrollo de ofertas de carga; con ello lograría generar confianza y el compromiso de los demás actores, tema que detallaremos en nuestra próxima edición.

“El actor que tome la iniciativa de promover el ecosistema de la movilidad eléctrica, está llamado a dar el primer paso en lo que le compete y así generar la confianza y compromiso de los demás actores que conforman en ecosistema de movilidad eléctrica.”

Por José Fernando Isaza.

Jefe Unidad Transacciones Transmisión y Distribución Energía de Empresas Públicas de Medellín y Líder del Programa de Movilidad Eléctrica del Grupo EPM; administrador de Negocios de la Universidad EAFIT con Especialización en Alta Gerencia de la Universidad de Medellín y Master en Dirección y Gestión del Marketing Estratégico de la Escuela de Organización Industrial EOI de Madrid España; con 20 años de experiencia en el sector eléctrico y 10 relacionados con temas de movilidad eléctrica.