Argentina | Opinión
martes 24 de mayo de 2022
Opinión: El cambio hacia la movilidad eléctrica está en nosotros
Nicolás Capello Director de Vulletic.
Compartí la nota

Cada vez son más los gobiernos que reconocen la  importancia de reducir las emisiones implementando políticas que tratan de fomentar el uso de energías renovables. En las ciudades, ya no se concibe una movilidad que no sea sustentable o que no neutralice las emisiones de carbono. Algunas de las medidas adoptadas incluyen la conversión de las redes de transporte público (sobre todo con la sustitución de autobuses de combustión por modelos eléctricos), y también las restricciones de acceso y circulación a los vehículos particulares más contaminantes.

Pero los ciudadanos, como usuarios del vehículo particular también podemos hacer nuestro aporte para acelerar el cambio de paradigma.

El vehículo eléctrico cuenta con indudables ventajas: contribuyen al cuidado del medio ambiente,  limitan la contaminación acústica, tiene bajo mantenimiento, se recarga a precios accesibles, y las barreras tecnológicas como la autonomía y tiempo de recarga están cayendo poco a poco.

Sin embargo, uno de los mayores obstáculos para adoptar la movilidad eléctrica son nuestros propios hábitos y prejuicios. Y al igual que terminamos por acostumbrarnos a cargar nuestros teléfonos al menos una vez al día, debemos acostumbranos a las peculiaridades y diferencias que plantea el coche eléctrico.

¿Sabías que se estima que un vehículo permanece estacionado el 95% del tiempo? Si bien la estadística no es uniforme en todo el mundo, un coche particular está parado entre 22 y 23 horas al día de media.

Parece que aquí que los autos eléctricos traen una gran oportunidad, podemos recargarlos mientras nosotros realizamos otras actividades: mientras trabajamos, descansamos en casa o disfrutamos de una cena con amigos. Ya no es necesario desplazarnos hacia una estación de servicio para cargar combustible, ahora podemos recargar nuestro vehículo mientras realizamos nuestras tareas cotidianas.

Es cierto para esto que es necesario contar con una amplia y segura red de carga. Pero ya vemos como la misma comienza a extenderse, y a crecer en diferentes países y regiones.

En este sentido resulta primordial que los gobiernos apoyen y acompañen estas iniciativas a través de la financiación de proyectos de infraestructura y benéficios impositivos para los inversores.

Sucede algo similar con los tiempos de carga; como estamos acostumbrados a recargar combustible en apenas dos o tres minutos, queremos que un coche eléctrico tarde lo mismo en cargarse al cien por cien. Pero lo cierto es que mucha gente realmente nunca llena al completo su depósito de combustible.

Todo lo que sea cargar un coche eléctrico durante más de media hora nos parece muchísimo tiempo de espera; pero realmente ese tiempo (o incluso un par de horas), es más que aceptable si esta carga la efectuamos, como ya dijimos durante la noche, en la jornada laboral o mientras hacemos la compra.

Otro factor donde tenemos que cambiar nuestra forma de pensar es en el precio y el coste de comprar un coche eléctrico. Aunque se observan grandes esfuerzos por parte de las grandes marcas por ofrecer modelos cero emisiones cada vez más accesibles, es cierto que los vehículos eléctricos son, de media, más caros que los de combustión. Estudios afirman que no será hasta 2028/2030 cuando los precios de venta de unos se equipararán.

Sin embargo, ya hemos hablado de que el mayor precio de los coches eléctricos es compensado con el ahorro en combustible y el menor mantenimiento; un coche eléctrico tiene en torno a 1.000 piezas menos, y desaparecerán componentes como el aceite del motor o de la caja de cambios, el filtro del carburante o la correa de distribución.

Como compradores, tendemos a pensar a corto plazo a la hora de asumir nuestros costos. En este sentido pesa más el mayor precio de compra de un coche eléctrico que el ahorro que nos puede suponer a lo largo de su vida útil. La desinformación aquí juega también un papel fundamental; mucha gente piensa que un coche eléctrico es más costoso de mantener y se estropea con más facilidad sólo por el hecho de usar una tecnología más reciente.

El término «range anxiety», o ansiedad generada por el miedo a acabar en la cuneta por falta de energía es una de las principales preocupaciones de los conductores de coches eléctricos y una de las grandes barreras para la expansión de este tipo de vehículos limpio. Y se acentúa cuando existe una falta de experiencia y de información del consumidor sobre este tipo de vehículos. Pero nos atrevemos a decir que este miedo es esencialmente un miedo irracional.

Los vehículos eléctricos que están actualmente disponibles en el mercado tienen una autonomía de conducción que va de los 160 km a los más de 600 km. Esta autonomía de recorrido satisface la mayor parte de las exigencias de movilidad cotidianas, que en un 95% de los casos va de los 40 a los 200 km, según datos de National Household Travel Survey.

A medida que se expanda la red de puntos de recarga, aumente la autonomía de las baterías y la población se familiarice con los vehículos eléctricos, el “range anxiety” irá disminuyendo hasta formar parte del pasado.

Mientras tanto, aquí dejamos algunos consejos para rebajar la ansiedad:

– Consigue un punto de recarga en tu casa o aparcamiento comunitario. Bastará con una carga completa por la noche para satisfacer con creces la autonomía de tus viajes habituales.

– Conoce el vehículo… y aprende a conducirlo. La autonomía del coche depende mucho de su conducción y de las características del modelo. Aprender técnicas de conducción eficientes para sacarle el mayor partido a la batería, familiarizarse con el vehículo para saber hasta dónde es capaz de llegar, cuál es su autonomía real y como le afectan las distintas condiciones de tráfico y climáticas ayudara a ampliar su autonomía. Y podrás sacarle su máximo potencial.

Como vemos, adoptar el vehículo eléctrico como principal forma de transporte requerirá de nosotros ciertos esfuerzos, y  cambios en nuestra manera de concebir un coche. Las ventajas son más que evidentes, las barreras técnicas van cayendo poco a poco, pero de algo estamos seguros un buen día nos daremos cuenta de que el coche eléctrico se ha instalado de lleno en nuestras vidas.

Destacados.