Los dichos del Alberto Núñez Feijóo han despertado una oleada de críticas, donde se han sumado las visiones de dos actores claves de esta transición: la Federación de asociaciones de concesionarios de la automoción (FACONAUTO) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam).

Por su parte, el presidente de la patronal que agrupa a los concesionarios, ha apelado a la falta de inclusión de su sector dentro de las previsiones del plan de ayudas, dotado con 4.295 millones de euros.

“Aquí ha quedado fuera la distribución, en un sector donde la cadena de valor es tan importante, un PERTE que solamente afecta a los grandes fabricantes a nivel mundial está incompleto”, plantea en un posteo en LinkedIn.

Asimismo, cuestiona que solo se han cedido a los fabricantes el 20% de los fondos, debido a que no todas las propuestas han podido cumplir con las estructuras mínimas requeridas.

Pese a esto, el Gobierno central ha abierto un periodo de apelaciones, que ha concluido el pasado primero de agosto, y permitiría que los rechazados puedan acceder finalmente a las ayudas para ejecutar sus planes a nivel local.

“Tiene que revisarse porque este país no se puede permitir no acceder a los fondos europeos, en un momento de vital importancia para la transformación del sector del automóvil”, ha apuntado el presidente de Faconauto.

Hasta el momento, son 10 las iniciativas estimadas y tres las desestimadas, aunque no se los debe descartar aún.

En total, a las iniciativas tractoras se destinarán 702.675.994 euros, un 23,6% de los 2.975 millones movilizados por el Ministerio de Industria.

Estos se dividirán en subvenciones directas y en créditos: 476,3 millones y 226,3 millones, respectivamente.

De las 10 empresas que han recibido el beneplácito, Seat es la más favorecida, con 167,3 millones. De estos, 95,1 son subvenciones y 72,1, créditos. 

Luego, es seguida por Mercedes-Benz, que recibirá 159,3 millones, y Ford cierra el podio de beneficiarios, con 106,3 millones concedidos, 68,5 en inyección de capital y 37,8 millones en préstamos.

Pero este último ha dado un paso al costado, debido a que no podría cumplir con los plazos estipulados desde un primer momento.

Sin dejar pasar mucho tiempo, Ganvam también se ha sumado a este movimiento: “No podemos estar más de acuerdo con esta propuesta. Ya hemos advertido ante el Parlamento Europeo el impacto negativo de excluir a las actividades de intermediación del PERTE VEC”.

A lo que agregaron: “Lo hemos dicho desde el principio: la estrategia actual favorece a las grandes multinacionales y, yendo en contra de la España vaciada, se excluye a las pymes que, por su capilaridad garantizan el efecto arrastre que se exige a la adjudicación de estos fondos”.

La respuesta de Industrias 

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha reprochado al principal partido de la oposición que ponga en entredicho la concurrencia competitiva del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC).

Por lo cual, ha instado a esperar a la adjudicación definitiva, que se encuentra en el período de alegaciones y que llegará a finales de este mismo mes.

«Este es un proyecto país, es para España, para modernizar la industria del automóvil. Estoy muy orgullosa. Demos tiempo al tiempo para ver cuáles son los resultado definitivos», ha pedido la funcionaria.

Todo esto ha surgido tras las críticas de La portavoz adjunta del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Elvira Rodríguez, cómo así también por las declaraciones del presidente del grupo.

Los dichos de Feijóo

El pasado 13 de septiembre, durante su visita a la fábrica de componentes para el sector de la automoción Plastic Omnium en Arévalo (Ávila), la principal figura del PP ha reclamado al Gobierno un nuevo proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) para el sector.

“Los fabricantes quieren un nuevo Perte y una ampliación con nuevas condiciones pactadas con los fabricantes de componentes y coches», sostenía Alberto Núñez Feijóo.

De no darse estos puntos, según su planteo, “se volvería a fracasar», en un sector estratégico de la economía de España.