Si bien la compra de vehículos eléctricos en México todavía es ínfima en comparación a los de combustión interna, cada vez toma más fuerza el servicio de arrendamiento en el segmento, siendo este un camino para transicionar hacia una movilidad cero emisiones. 

Así lo afirma Liliana Anaya, gerente general de la Asociación Mexicana de Arrendadoras de Vehículos (AMAVe), en diálogo con Portal Movilidad. 

“Vemos cómo ha crecido entre los socios el aumento de compra de estas unidades”, asegura Anaya. 

Y agrega: “Se ha demostrado que el costo beneficio de este tipo de vehículo es mayor al esperado. En ese sentido, el arrendamiento termina siendo un producto financiero que permite al consumidor probar y constatar que la tendencia hacia los vehículos verdes es una realidad”. 

En la asociación hay 18 socios, que prácticamente controlan el 60% aproximadamente del mercado afuera y que se dedican en su mayoría al arrendamiento a largo plazo. 

De enero a diciembre del 2021, el total de vehículos híbridos y eléctricos comprados por estas empresas representó un avance del 6,16% del total de la adquisición de activos. Entretanto, el avance respecto al mismo período en comparación al 2020 fue del 20.5%. 

Al mismo tiempo, los números del Q3 con el cierre de 2021 obtuvieron un crecimiento del 2%. 

Esto números son interesantes, teniendo en cuenta que a nivel nacional las ventas de vehículos eléctricos e híbridos en la industria representaron solo un 4.7% del total entre enero y octubre del año pasado. 

“Nosotros nunca dejamos de crecer en el rubro, a diferencia del resto del sector, por eso es aquí donde el arrendamiento termina por ser un producto financiero importante”, advierte Anaya. 

Por consiguiente, la electromovilidad se ha convertido en un tópico muy presente en la agenda de la asociación. Tal es así, que trabajan también para que sean incorporados estímulos fiscales que faciliten la compra de estas unidades. 

Al respecto, indica: “El crecimiento está, solo que aún faltan mejores condiciones financieras y de infraestructura de carga. El común denominador de todos los países que se comprometieron con este segmento es el compromiso de sus gobiernos con el medio ambiente”. 

“La estrategia que las marcas automotrices han diseñado para convertir a la mayoría de sus modelos a vehículos eléctricos también va a impactar mucho en las ventas de estos vehículos en los próximos años atendiendo al cambio del consumidor”, señala.

Luego, concluye: “En México, necesitamos el apoyo de todos los actores del ecosistema y el compromiso de las autoridades ambientales y de transporte para crear acciones en materia de regulación, incentivos fiscales y financiamiento que fomenten y permitan el desarrollo de la movilidad eléctrica”.