México | Vehículos Eléctricos
viernes 11 de febrero de 2022
¿Contradicciones? Nuevos incentivos para vehículos eléctricos «ponen en jaque» a la industria mexicana
Mientras que México espera a que los incentivos fiscales propuestos por el presidente Joe Biden sean denegados, cada vez más Estados de Estados Unidos se suben a la carrera de fabricación de vehículos eléctricos, complicando aún más la situación comercial de su vecino sureño.
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En Estados Unidos, la carrera por la fabricación de vehículos eléctricos se disparó el último tiempo por parte de los distintos Estados, así como los subsidios públicos para la instalación de plantas manufactureras. 

De hecho, el año pasado, los Gobiernos locales aprobaron alrededor de US$2 mil millones en incentivos con este fin, más que los seis años anteriores combinados, según una base de datos compilada por Good Jobs First.

Esto no sería en verdad un problema para México, “tan solo” más competencia a su industria automotriz. Sin embargo, esta extensa oferta local que pronto será una realidad espera además la aceptación del Congreso de las propuestas del presidente estadounidense, Joe Biden.

Entre estas, cabe recordar, que el Gobierno actual planea otorgar un crédito fiscal para vehículos eléctricos de 12.500 dólares. Este incluiría 4.500 dólares para autos construidos localmente por trabajadores sindicalizados, con efecto a partir de 2027.

Teniendo esto en mente, de aceptarse la medida, un aumento de la fabricación local impactaría inevitablemente en las ventas de México, país que exporta el 85% de su producción a su vecino del norte. 

Entretanto, ¿qué sucede en Estados Unidos? 

Michigan, la capital histórica de la industria automotriz de USA, aprobó un proyecto de ley de US$1.500 millones en diciembre que amplió los incentivos estatales, incluso para la producción de vehículos eléctricos. 

Sin perder tiempo, General Motors aseguró la semana pasada que invertirá casi US$7 mil millones en el Estado para convertir una fábrica que produzca vehículos eléctricos y construir otra para baterías.

GM recibirá incentivos de US$824 millones para ambos proyectos, que afirmó generarían 4.000 nuevos puestos de trabajo y 1.000 puestos más retenidos.

Ford, por su parte, anunció que gastaría US$11.000 millones para construir plantas de ensamblaje y baterías de vehículos eléctricos en Tennessee y Kentucky. 

La marca, que al igual que GM tiene su sede en Michigan, recibió 1.300 millones de dólares en incentivos gubernamentales para proyectos. 

El mayor subsidio hasta la fecha se produjo en 2014, cuando el estado de Nevada otorgó US$1.300 millones a Tesla para abrir su primera Gigafábrica ​​de baterías en el condado de Storey, en las afueras de Reno.

De hecho, Tesla es la empresa que ha recibido la mayor cantidad de subsidios hasta la fecha con US$2.500 millones. 

Es claro que los Estados ven el futuro de la industria automotriz en la movilidad eléctrica, visión alentada por la ley Build Back Better, programa que representa una inversión de $555 mil millones destinado a transporte, entre otras temáticas.

Por su parte, desde las automotrices, asociaciones y Gobierno de México se oponen rotundamente a que el último incentivo fiscal propuesto por Biden sea aceptado por el Congreso, considerándolo “discriminatorio” y “violatorio” del Tratado de Comercio. 

Por el momento, no se han tenido novedades, aunque las autoridades mexicanas ya aseguraron tomar represalias ante una confirmación.

 

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