El desembarco de modelos chinos en los mercados europeos cada vez es más común y sigue fórmulas diversas.

El Mullen I-Go es un pequeño eléctrico de origen asiático, pero cuyos derechos de distribución en Europa pertenecen a Mullen, una empresa estadounidense.

Esta presenta su nuevo vehículo como una solución de “movilidad de última milla”, con una concepción eminentemente urbana.

Es algo que queda patente en su diseño, que puede recordar al de los ‘kei-car’ japoneses, modelos de tamaño muy reducido que buscan maximizar todo lo posible el espacio interior.

Es un modelo que sobrepasa por poco los dos metros y medio de longitud, de los cuales 2,43 van a parar a su amplia batalla, algo que se consigue gracias a llevar a los extremos las ruedas, que además son realmente pequeñas.

Es un modelo completamente eléctrico, que solo se venderá con una mecánica de bajo rendimiento. Se trata de un motor que desarrolla 46 CV y 102 Nm de par máximo, asociado a las ruedas traseras y que le permite alcanzar una velocidad máxima de 100 km/h, lo que deja claro su enfoque urbano.

Autonomía de 160 kilómetros

En esta dirección también apunta el hecho de montar una batería pequeña, con una capacidad de 16,5 kWh. Le otorga una autonomía de 160 kilómetros por carga.

Aunque se comercializará para clientes particulares, la compañía ve en el I-Go un vehículo con potencial como vehículo de reparto, pues su contenido tamaño y maniobrabilidad le otorgan ventaja en las estrechas calles del centro de las ciudades europeas, cada vez con más restricciones.

El Mullen I-Go desembarcará en España, Reino Unido, Alemania, Francia e Irlanda, con las primeras entregas estimadas para el mes de diciembre en el país alemán. Su precio rondará los 12.000 euros sin incluir impuestos ni transporte, pero habrá que esperar a que la compañía concrete la tarifa, según informó El Motor de El País.