Ayer, la Autoridad de Tránsito Municipal de Guayaquil (ATM) respondió a las consultas emitidas por los interesados en la licitación que incluye buses eléctricos. 

Si bien la ATM asegura en sus respuestas que el proyecto es viable, fuentes consultadas por Portal Movilidad afirman que no serán muchas las operadoras que corran un riesgo financiero de tal magnitud. 

Según un análisis del plan publicado por el organismo, la inversión total sería de USD 34.571.677,93, incluyendo en esta cifra los activos fijos operativos y diferidos, y el capital de trabajo. 

¿Cuánto respaldo monetario se le facilita al operador? La realidad es que no hay garantía de pago. Si bien el municipio proyecta un número de pasajeros suficiente para amortizar la inversión, no existe un sostén financiero en caso de que esta cifra sea menor en un futuro. 

“No se contemplan subsidios a la fecha. El ofertante podrá ejecutar los estudios para el proyecto, entendiendo que el riesgo de la demanda es responsabilidad del operador de transporte”, sostiene una de las respuestas de la ATM.

Lo único que se considera, hasta el momento, es un potencial fideicomiso que permitiría solventar ciertos gastos, únicamente en casos excepcionales. 

A la escasa seguridad financiera que remite el pliego, se le suma el corto tiempo para presentar las respectivas ofertas. 

Uno de los pedidos más comunes incluía la posibilidad de extender el plazo previsto de un mes a, al menos, 90 días. 

Expertos aseguran que esto permitiría a los inversionistas internacionales analizar el concurso, elaborar y aprobar una propuesta, y recibir la documentación requerida. 

Sin embargo, la solicitud fue denegada, alegando que lo establecido en el cronograma “ha sido elaborado de acuerdo a las necesidades institucionales y cantonales”. 

Por último, otro de los temas principales que genera incertidumbre es el futuro de la flota en caso de que el operador deba finalizar antes de lo previsto sus actividades. 

Si ocurre un imprevisto y el privado debe abandonar la operación de los buses, no podría cederle las unidades a su sucesor.

Esto implicaría un problema para el inversionista, quien quizás no sea capaz de recuperar su dinero. Cabe considerar que esas unidades tampoco podrían ser vendidas a otras ciudades por su diseño específico para Guayaquil. 

“Sin perjuicio de que la flota sea o no propiedad del operador, en la fase tres el operador deberá entregar todas las instalaciones recibidas a satisfacción de la ATM, y brindar todas las facilidades necesarias para inicio de operación del siguiente operador”, indica la contestación de la ATM.

Y agrega: “No se considera una futura cesión de flota al siguiente operador, puesto que estas condiciones están previstas en el siguiente proceso de selección”. 

Pese a que estas cuestiones hacen dudar a los inversionistas, las proyecciones de la consultoría presentada por la ATM advierte una tasa interna de retorno del 15%. 

A su vez, recomienda un apalancamiento de financiación de no más del 85% de la inversión y considera necesaria una tarifa de 35 centavos para garantizar la operación de los buses. En caso de que la demanda proyectada no se cumpla, se podría analizar este valor.  

Hay tiempo de presentar propuestas hasta el 11 de julio a las 14 horas, y se estima que la adjudicación se anunciará el 29 de julio. Resta observar cuántos serán quienes cumplan con los requisitos e inviertan capital bajo estas condiciones.

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