Argentina | Buses
jueves 16 de julio de 2020
MOVI propone profundizar telemática del transporte público y asociarse al privado para última milla tras Covid19
El presidente de la empresa de transporte público de la ciudad de Rosario (Argentina), Maximiliano Neri, abordó los desafíos que se abren para la movilidad urbana tras la experiencia del Covid19.
MOVI cuenta con trolebuses que insumen energía solar para conformar un ecosistema sostenible.
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El transporte público de pasajeros es uno de los sectores más afectados por la pandemia, al punto que en algunas ciudades está funcionando al 10% de su capacidad. Si bien depende de las políticas públicas de cada Estado, las empresas se sustentan por los ingresos de los usuarios y, en muchos casos, por subsidios gubernamentales.

Maximiliano Neri, presidente de MOVI, empresa pública a cargo de un tercio de los buses del transporte de pasajeros de Rosario y del 100% de las bicicletas públicas, participó ayer en el webinar de Portal Movilidad junto con portavoces de las firmas NiU y DHL para analizar este y otros temas.

“Nos hemos dado cuenta que llevamos la eficiencia de todos los modelos de negocios hacia un pico basado en la estabilidad de la demanda, pero la pandemia rompió el esquema y para los nuevos diseños la capacidad de adaptación es la clave”, señaló.

Explicó que, con la lógica actual, el transporte público marca la referencia con su infraestructura a otras formas de movilidad que deben acomodarse y ocupar los espacios libres. Hoy ese modelo asegura que se invirtió.

“Hay que encontrar la manera de mejorar la conectividad y ser más resilientes”, enfatizó Neri. Como una opción viable propone pensar en un sistema a demanda que se adapte a los requerimientos de los ciudadanos.

Es así que agregó: “Para esto es necesaria la inclusión de la inteligencia artificial para crear algoritmos que definan los recorridos en función de la conducta de los usuarios. Es una transición y apuntar nuestras energías hacia allí puede permitir ver la nueva movilidad que se está creando en estos momentos”.

Siguiendo con esta idea, relacionó con el sector de última milla que está convirtiéndose en el nuevo protagonista de la logística: “El transporte público es una infraestructura en funcionamiento, se podría integrar a él la última milla. Al fusionarlos se consigue competitividad en los dos sectores”.

Para ser más claro Neri ejemplificó: “Si los buses pueden parar en todas las esquinas colectando gente, en una puede dejar paquetes para ser entregados”.

“Es un camino no solo para la eficiencia económica sino ambiental, habría menos vehículos en la calle. Es un desafío tecnológico importante, es mucha información y robotización. Lo fundamental es tratar de conseguir inversión porque son proyectos con grandes riesgos a la hora de llevarse a cabo”, sostuvo.

Dicho esto, manifestó la importancia de aprovechar las oportunidades y el contexto mundial actual es una para analizar cómo se mueven los ciudadanos, por lo que, comenzar a solucionar los problemas facilitaría el desafío al que se enfrenta la humanidad por los próximos años que es la transición a la movilidad sustentable.

“Es una situación inédita a la cual tratamos de adaptarnos diariamente y que vino a romper con todo lo que conocíamos de movilidad urbana”, aseguró el empresario rosarino.

En este sentido indicó: “Tenemos que repensar el futuro, cómo va a ser el nuevo estadio del transporte. Lo que genera más incertidumbre es no saber si los usuarios van a volver a usarlo en la misma medida”.

Rosario en transición

En Rosario, Argentina, MOVI tiene en funcionamiento trolebuses en el sistema urbano de pasajeros.

Sobre este tema, el presidente de la firma comentó: “Cumple todas las funciones de un vehículo eléctrico, la disminución de la contaminación y mantenimiento y la eliminación de ruidos. La flota funciona muy bien, no solo usan energía eléctrica, sino que compramos energía renovable para alimentarlos. Resolvimos la ecuación”.

De acuerdo a los datos brindados, todos los buses del transporte público de la ciudad, incluyendo la flota de MOVI, trabajan al 100% con biocombustible. Esto disminuye un 75% las emisiones los gases de efecto invernadero y 60% la polución.

Sobre esta experiencia contó: “Cumplimos un año circulando completamente con biocombustible. Hay que tomar en cuenta que Rosario es un polo de producción de este, por lo tanto, el precio es asequible. Contratamos a personas especializadas y nos hicieron una migración muy simple, no hemos tenido ningún tipo de problema los motores”.

“Fue beneficioso desde lo económico, ambiental, sanitario y pudimos resolver lo técnico. Para nosotros es un orgullo estar haciendo esto, somos un ejemplo de cómo la sostenibilidad está disponible”, admitió.

 

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