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viernes 18 de junio de 2021
Motos compartidas: la apuesta de la alemana Invers en Latinoamérica
La firma dedicada a la movilidad compartida busca consolidarse en América Latina a través del "motosharing".
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La empresa de origen alemán Invers, proveedora de tecnología para movilidad compartida, tiene encaminada una serie de proyectos en Latinoamérica con distintos segmentos de vehículos. Sin embargo, la gran oportunidad que encuentra pensando a futuro en la región es el negocio de las motos compartidas, el cual aún no se encuentra lo suficientemente explotado.

Si bien no posee una base particular en ningún país latinoamericano, Invers tiene rodando actividades en Argentina, Chile, Colombia, Brasil y México, naciones donde se encarga de abastecer soluciones a través de tecnología para, por ejemplo, mantener interconectada una flota de vehículos.  

“En la región, veo una gran oportunidad con las motos. A diferencia de Estados Unidos o Canadá, es un medio de transporte que está validado en la sociedad. Pienso que tiene más chances ese mercado que el de los autos compartidos”, afirma Nico Marchant, business developer manager en América de Invers. 

Aunque estos vehículos tienen gran aceptación en América Latina, no es fácil implementar este tipo de proyectos. De hecho, un desafío por delante es convalidar los beneficios que significa la movilidad compartida, para la cual “la gente no está tan acostumbrada y todavía tiene desconfianza al respecto”. 

A estas dificultades de la micromovilidad, se le suma el problema de los robos y la inseguridad. “El tema de la micromovilidad es complicado. Estos vehículos son más vulnerables. Por eso veo con mejores ojos a la movilidad compartida relacionada con las motos, que son más difíciles de vandalizar”, señala Marchant.

De hecho, según el estudio Global Bicycle Cities Index de 2019, un análisis que realiza una aseguradora alemana de 90 ciudades que destacan por su tradición ciclista, de las seis ciudades más peligrosas de todo el mundo, cinco son latinoamericanas: San Pablo (Brasil), Bogotá, Medellín, Cali (las tres de Colombia) y Ciudad de México.

Tal fue el caso en 2018, por ejemplo, de Mobike, que tan solo en los primeros meses de operación en la capital mexicana vio robadas cien de sus bicicletas inteligentes. 

Además de las facilidades que encuentra en las motos, el representante de Invers indica que los bajos costos de las motocicletas hacen más sencillo incorporarlas. Esto se tiene en consideración especialmente cuando se poseen objetivos relacionados con el medio ambiente y las cero emisiones, dado que estos vehículos en eléctricos son más baratos que un auto. 

“El 97% de las flotas a nivel global de motos compartidas es eléctrico. En los automóviles esto es más complejo porque en Latinoamérica son más costosos”, explica. 

Y cierra: “Nuestro gran desafío es cómo implementar modelos de negocios que tengan un fin ecológico porque en el fondo requieren un menor uso de automóviles o de vehículos en general, al mismo tiempo de ir fomentando la incorporación de vehículos eléctricos no contaminantes”.

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